En busca de tu perdón. - Karmagisa -

Te diste cuenta?

La puerta de entrada fue abierta dejando pasar a cierto peliazul a su hogar,el silencio del lugar era algo agobiante,pero a él no le importaba,prefería eso a los gritos que su madre solía dedicarle.

Dejó su bolso en el sillón mas cercano y subió a su alcoba,ahí se recostó dejando que su mente procesara un poco la situación.

Había asesinado a alguien de su clase.

Arrepentido? No,simplemente algo impresionado,dicha acción estaba totalmente fuera de sus planes,pero era un estorbo,así de simple.

Decidió llamar a cierto profesor sabiendo que este le aconsejaría respecto a esto,cabe aclarar que poco le importaba soportar el sermón que este le dirigiría ante su acción.

Se tumbó en su cama preparándose mentalmente para lo que estaba por hacer.

Tomó su móvil,buscó entre sus contactos favoritos encontrando rápidamente el número que buscaba,presionó en llamar y después de dos timbres oyó la voz de su querido profesor a la otra línea.

- Nagisa? Qué ocurre? - Preguntó preocupado Koro-sensei.

- Minami Okuda-san esta muerta - Respondió directamente notando el silencio que se formó en la otra línea.

- Tuviste que ver en ello? - Cuestionó luego de unos segundos en silencio.

- Si,yo la maté - Respondió algo nervioso esperando la reacción de su profesor.

- Cómo se te ocurre hacer semejante locura?! - Gritó bastante alterado él pelinegro.

Y así fue como obtuvo un sermón bastante extenso reprendiéndolo por su "acción impulsiva".

- Lo lamento Koro-sensei - Interrumpió dejando en silencio al contrario - Nunca estuvo en mis planes asesinar a alguien de la clase E pero ella era un obstáculo,usted debe de entender esto mejor que nadie - Agregó escuchando un suspiro de frustración.

- De esta no te libras Nagisa-kun - Advirtió - Nos vemos al pie de la montaña en media hora - Ordenó y sin mas dio por terminada la comunicación.

Él peliazul soltó un suspiro imaginando la cara con que le reviviría su profesor,admitía que se lo merecía,pero seguía sin arrepentirse.

Se levantó dirigiéndose a su armario tomando el primer conjunto de ropa que encontró;sin embargo,su memoria le jugó una mala pasada recordando como se veía su armario antes.

Su mirada se posó en el interior del armario notando la clara diferencia entre el antes y el después causando que cierto pensamiento desagradable cruzara por su mente..

Ahora no hay vestidos..

Sacudió ligeramente su cabeza,como negando,alejando aquellos pensamientos de su mente cambiando dicho pensamiento con el dulce recuerdo de cuando vio arder aquellos vestidos que alguna vez fue obligado a usar por quien llegó a llamar madre.

Sin mayor distracción cerró las puertas del armario,con ellas encerrando en su memoria aquella etapa desagradable de su vida,aquella que ya terminó.

Se cambió tan rápido como le fue posible,si tenía suerte,llegaría al lugar acordado en quince minutos,por lo que no quería mayor demora,sin embargo,dicho plan se fue al caño al notar cierta vibración constante en su móvil que seguía en la cama.

Lo tomó leyendo el nombre que aprecia en la pantalla.

Karma Akabane

Mordió su labio inferior con indecisión entre contestar o no,pero la imagen mental de su profesor esperando por él al pie de la montaña dio por terminada dicha guerra interna,dejó que la llamada se perdiera,seguido de eso bajó a la planta baja tomando rápidamente una mochila deportiva donde tenía guardadas ciertas cosas que quizá le serían de utilidad,el sentir la vibración de su teléfono lo asustó causando que diese un pequeño salto en su sitio.