Capítulo I

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El otoño llegaba, las flores del jardín se marchitaban, pero seguían siendo sujetas por sus arbustos. se veían tan delicadas, y a la vez tan fuertes. porque aunque el viento las perturbara, ningún pétalo cayo.

Al día siguiente fui al patio, se avecina una tormenta, pensé. observe el cielo y lo asegure, las nubes habían ocultado el sol, solo se vislumbraba un pequeño destello deseando salir. baje la mirada y observe el jardín, las flores seguían allí, pero algo había cambiado, a sus pies, una fina manta de hojas secas de naranjo adornaba la tierra, y había un niño pequeño sentado sobre ella. el niño observaba las flores con cautela, me acerque para saber que ocurría, grande fue mi sorpresa cunado observe que el acariciaba la tierra, le decía a las flores cosas bonitas, les decía que no se preocuparan porque en primavera, estarían hermosas de nuevo, y el les prometía que les cuidaría. luego el niño se puso de pie y entro a la casa.

Tardes de OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora