Capítulo II

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Los pétalos cayeron al día siguiente, el niño había vuelto y había hecho lo mismo que el día anterior. le hablaba a las flores, les contaba su día, les prometía que al día siguiente volvería, y repetía.

había escuchado que la madre no quería que saliera mucho tiempo por el frio, pero ese poco tiempo que le dejaba salir, el niño lo aprovechaba con las flores, o mas bien, sus pequeños arbustos secos.

habían pasado dos semanas ya, y había ido otra vez (como todos los días, cabe decir) al jardín, solo para ver al niño hablar con las flores.

y ahí llego, estaba pálido, y sus ojos brillantes estaban apagados. Me acerque mejor para oír que sucedía, y con lagrimas en los ojos, a los arbustos saludaba y comenzaba con el relato de su día:

-mis padres pelean mucho -decía- hoy en la mañana, sus gritos me despertaron. Fui a la cocina y mamá estaba llorando, papá estaba con la cabeza gacha, y un sobre en sus manos...

seguía relatando lo sucedido y como había transcurrido su día luego de eso, a parecer, sus padres pelearon mas veces.

al finalizar el relato, el niño se levanto, sacudió su pantalón, se despidió de los arbustos secos, e ingreso a la casa.

es increíble como un niño puede apagarse de un día para otro, yo decía. pensando en eso, se me paso el tiempo, y me fui con la tristeza de la mano.

Tardes de OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora