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Alec hizo puños las mangas de su sudadera. La quedaba grande, demasiado grande, pero era una de sus favoritas. Suspiro, recargándose en la silla.

Después de que Alec lamentara las malas decisiones que estaba tomando, un hombre lo había agarrando fuerte y sacado del cuarto, Alec se había aguantando las ganas de golpearlo y salir corriendo de ahí.

Seria imposible salir de ahí, así que mejor solo respiraba profundamente, calmándose cada que el hombre lo empujaba para que caminara mas rápido.

Entro a lo que parecía ser un despacho, era enorme. Un piso arriba y otro abajo. Arriba parecía ser una biblioteca, Alec habría estado encartando, si no estuviera preocupado y asustado.

Magnus estaba ahí, detrás del escritorio en una enorme silla. Agradeció a el hombre que llevo a Alec e hizo que se retirara, luego miro a Alec, haciendo una seña para que se sentara frente a el. Alec lo hizo.

-Háblame sobre tu hermana.

-Hmm bueno, se llama Isabelle Sophia Lightwood. Ella es, es igual a mi, -Magnus alzo una ceja, -somos mellizos, solo que ella tiene los ojos de color negro. Hmm tenemos la misma edad, dieciocho.

-¿Que hacían ese día ahí?

-Solo fuimos a divertirnos, una amiga de Isabelle nos había invitado. -Se acomodo en la silla. -Escucha, yo no quería decir nada sobre ti, pero si es la única forma de saber algo sobre mi hermana, lo haría, no puedo mentirte.

Magnus se recargo en la silla. -Sincero, me gusta. -Alec se sonrojo violentamente y agacho la mirada, Magnus continuo. -Escuche que realmente golpeaste a mis mejores hombres.

Alec le miro. -Si ellos son tus mejores hombres creo que realmente estas jodido. -Magnus alzo una ceja, Alec apretó los labios. -Perdón.

La puerta se abrio y un chico entro. El estaba tan bien vestido, tenia un cuerpo espectacular, delgado y con varias curvas. El simplemente se sentó en las piernas de Magnus, como si fuera solo una silla. Magnus solo medio rodó los ojos, pero no dijo nada.

-Así que... -el chico comenzó a hablar, -es el a quien voy a enseñar. -Miro a Alec

-¿Enseñar que? -Alec frunció el ceño.

-Ah ah. -El chico se levanto y toco la frente de Alec. -Sin fruncir el ceño, te saldrán arrugas. -Agarro su cara. -Tu piel es perfecta, tienes una buena cara, bonitos ojos y labios gruesos, pómulos definidos. a ver, levántate.

-¿Que?

El chico rodó los ojos e hizo que se levantara de un salto, hizo la silla a un lado y camino alrededor de el. -También tienes buen cuerpo, así que servirás mucho.

-De verdad no entiendo. -Alec confeso.

-Digamos que necesito información y tu vas a ayudarme a obtenerla. Tay te ayudara. -Señalo al despampanante chico.

-Si, pero ¿ayudarme a que?

-A comportarte. -Magnus dijo, Alec lo miro.

-¿Comportarme?

-¡Tienes que seducir al tipo para sacarle la información! -Tay dijo, luego miro a Magnus, que alzaba una ceja hacia el. -¿Que? De todas formas no es como si nunca fuer a enterarse.

-No. -Alec sacudió la cabeza. -No haré eso, no soy así.

Estaba seguro desde hace tiempo de que le gustaban los chicos, había gustado de varios, pero era demasiado tímido como para acercarse a cualquiera. Hasta que Andrew había entrado a su vida, se había enamorado de el, y el solo lo había usado, y después lo había dejado como si no fuera nada.

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