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Tú y yo somos carros que chocan

Mientras más intento llegar a tiMás nos apartamos, 


Al terminar de hablar, la cara de Alec estaba completamente llena de lágrimas, sus ojos y nariz estaban rojos. –Lo siento, Jace.

Jace se levantó, se acercó a un lado de su hermano y le abrazo. –Yo siento no haber estado aquí para cuidarlos. –Alec se aferró al abrazo de su hermano. –Siento que pasaras por todo eso por culpa de algún policía corrupto. –Lo separo de él. –Siento que tengas esos sentimientos por un criminal.

El corazón de Alec casi salió de su pecho. -¿Qué?

-No soy un imbécil, Alec, la forma en la que me hablaste de Magnus Bane, es como si pensaras que es alguien bueno.

-No... -trago saliva, -no es eso.

Jace suspiro. –Max, -dijo, -ha preguntado mucho por ti, la tía Ruth también, es mejor que hables con ellos.

Alec asintió, levantándose del sillón y caminando hasta las escaleras. Pero se detuvo y giro a mirar a su hermano. –No tienes que preocuparte por lo que siento, Jace, yo dejare de sentirlo. –Jace sonrió y asintió.

Alec subió las escaleras.

Clary, que estaba en la cocina, entro a la sala, sentándose a lado de su novio. -¿Estas bien?

Jace pasó una mano por su cabello. –Mi hermana está pérdida, y mi hermano paso un mes en la casa de un mafioso y ahora tiene sentimientos por él. –Se rió. -¿Qué clase de hermano soy que no puedo protegerlos?

Clary lo abrazo. –Hacías tu trabajo, Jace, no estabas de vacaciones.

-Aun así. –Negó. –Y la policía ¿Cómo pudo un policía entregar a mi hermano así? –Estaba furioso.

Cualquier que tocara a sus hermanos estaría cavando su propia tumba, con una pistola apuntando a su cabeza.

Iba a encontrar a su hermana.

E iba a hacer pagar a Magnus Bane por su hermano.

Un mes después

No había noticias de Eva e Izzy, era como si la tierra se las hubiera tragado.

El había vuelto a la escuela, pero no era lo mismo que antes. Jace no se había ido, y tanto el cómo su novia, Clary, estaban quedándose en la casa.

Eso lo hacía sentir menos solos.

Aunque no podía evitar el dolor en su corazón, las lágrimas salían de repente, por su hermana... por Magnus.

-Todas las chicas están realmente emocionadas. –Drew dejo un café frente a Alec.

-¿Por? –Alec puso las manos alrededor del vaso, buscando calor.

-Habrá una conferencia en el hospital que mamá trabaja, la dará el Doctor Kao. –Se rió.

Claro. Ellos se habían hecho amigos, El Doctor Kao era quien lo había atendido esa vez en el hospital, el que Tay había mirado de una forma especial.

Ahora que ellos iban diariamente a llevar de comer para la madre de Drew y llevar más volantes donde buscaban a Eva e Izzy, hablaban mucho.

A pesar de su diferencia de edad, Alec creía que Kao también los consideraba sus amigos.

GangstaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora