VII. "Hermosa"

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*Es un capitulo bastante extenso, por lo que esta dividido en dos y esta es la primera.
Pdt: Me parecio importante conocer mas a fondo a Santiago, así que aquí les dejo el capitulo...

-Ella era hermosa, desde que la vi entrar, no hice otra cosa que mirarla. Sus ojos oscuros que a la luz se tornaban más claros, su mirada era dulce y todavia albergaba ese brillo casi infantil, su sonrisa hermosa y parecia imborrable no paraba de sonreir, su piel dorada que sin duda hacia una invitación a acariciarla. Ella, toda ella...

Era una niña, de 18 o 20 años quizás... «¡No, claro que no!, no es una niña de eso estoy seguro, su cuerpo no es el de una niña... y esa mirada, la podría reconocerla en cualquier mujer, fuego, pasión, deseo»... el mismo que yo sentía justo en ese momento...

Yo la miraba, y creo que estaba siendo demasiado obvio, pero no me importaba, ella también me miraba, eso no debía ser casualidad o ¿sí?... y bueno quizás yo quiera en este momento algo "casual"... pero si ella prometiera no enamorarse... tal vez podría pasar una segunda vez... ¿¡Que estoy diciendo!?, seguro me estoy volviendo loco.. ¿Segunda vez? Eso va encontra de cualquier ley natural... Seguro es hermosa pero no es para tanto...

Tenía que conocerla, le tenía que hablar, saber su nombre, realmente ella estaba perturbándome, pero al verla levantarse, mire la posibilidad, ese era el momento ¡ahora o nunca!, la vi entrar al tocador con otra chica por lo que decidí esperar... cuando salio, me levante de mi mesa, excusándome con los abogados de mi bufete.

Estaba ahí de pie a unos metros de ella, observando como miraba hacia el frente y abalanzaba su cuerpo levemente de lado a lado con los brazos cruzados. Por alguna razón en ese momento me sentía más nervioso de lo habitual, mi corazón latía muy fuerte, casi sentía como salía de mi pecho

-la vi frente al mostrador dispuesta a ordenar algo, justo al final de la fila, y decidí colocarme atrás de ella, la sentí tan cerca, comencé a sudar y mi respiración se volvió sonora y pausada, me acerqué a ella casi por impulso quería sentir su aroma, el roce leve de su piel, Pero al parecer ella se dio cuenta de esto, posiblemente no fue lo más inteligente, ella rápidamente se dio la vuelta mientras decía:

-Alex estas invadiendo mi espacio personal ¿sabes?...

-En realidad no esperaba eso, pero decidí improvisar y las palabras brotaron de mi boca:

-Hola hermosa, no me llamó Alex soy Santiago pero si te place decirme así no hay problema.

-Lo... Lo siento. -me respondió con sus mejillas sonrojadas, se miraba más hermosa de frente debo reconocer, y tenerla así, sólo me hacía desear tenerla aún más cerca.

-lo siento hermosa no pensé que te incomodaría con mi cercanía, -dije acercándome quizás demasiado, nuestros rostros casi se rozaban, la mire a los ojos para luego rápidamente acercarme a su oído...

-vi cómo me mirabas, estoy casi seguro, que morirías en este justo momento porque te robase un beso...

- ¿perdón?... Disculpa, -me empujó hacia atrás, con su mano pegada a mi pecho...

- ¿alguien te enseñó educación maldito engreído?...

-Tranquila hermosa, no te enojes, -le dije con vos dulce tratando de tranquilizarla, la verdad estaba sorprendido no pensé que reaccionaria así, ¿de verdad ella no se daba cuenta que estaba dándole la oportunidad de conocerme?....

Aparte su mano de mi pecho, entrelazando sus dedos con los míos, por un momento sentí un shock eléctrico recorriendo todo mi cuerpo, sus manos eran pequeñas y delicadas, podría tener nuestras manos así por siempre...

Tu boca sabe a olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora