Desperté... son las 5:00 am pero hoy a diferencia de otros días me siento genial, dormí toda la noche, sin ninguna interrupción el día era perfecto, a las 5:30 los primeros rayos del sol entraban por mi ventana dejando ver lo hermoso y azul que estaba el cielo, me levante con todos los ánimos del mundo tomando mi ducha caliente de costumbre, y quedándome ahí un buen tiempo... me sentía con tantos ánimos que cualquiera podía notarlo, escogí mi ropa, un vestido pegado hasta la cintura y que luego caía por encima de mis rodillas, bastante sencillo en general pero me gustaba mucho y todos me decían que miraba hermosa con el puesto, hice algunas ondas en mi cabello, y pinte levemente mis labios...
Mi papá me llevó a la Universidad, y como siempre le di un beso y me despedí, baje del auto y encontré a tres de mis antiguos compañeros del colegio, muy guapos por cierto, pero que son como mis hermanitos, ¡nunca podría verlos de otra forma!
-¡Hola! hermosa -dijeron casi en coro...
-¡hola! -les dije y les guiñe un ojo riéndome juguetonamente.
-¿con quién te vas a ver hoy? - pregunto Alex uno de mis mejores amigos, aparte de ser también mi compañero de carrera.
-a ti -le respondí, coqueta...
Río con un pequeño brillo juguetón en sus ojos.-Mel, no juegues con fuego -dijo.
-Querrás decir hielo... porque sos tan frío, que no calientas ni a tu almohada...
-¡uuuuuuuy!.. eso dolió. -dijeron todos, molestándolo.
-Así jugamos nosotros, ¿verdad alex? -reí y le di un beso en la mejilla a mi mejor amigo.
-Eres tan cruel -dijo acercándose a mi -. Ven aquí, te faltó darme mi abrazo -Camine hacía él y mientras rodeaba su cuello con mis brazos, él rodeó mi cintura levantándome algunos centímetros del suelo.
-¡hey! -les dije para llamar la atención de todos, mientras soltaba el cuello de Alex y tomaba uno de sus brazos -. ¿qué haremos en tres semanas, al terminar los exámenes finales?, ya saben será diciembre y pronto cumplirá años este bobo -Mire a Alex de reojo. -algo tenemos que hacer, tenemos que celebrar... -dije decidida
-Aunque para eso tenga que rogarle a mis padres y a los de Alison... -Hice una mueca de decepción, eso será difícil.
- Pero todo tiene que ser antes de las 8, no me dejarán andar afuera después de esa hora. -agregué algo avergonzada.
Todos se rieron de eso... a todos les parecía cómico que a mis dieciocho años apenas me dejarán salir simplemente lo necesario, nada de fiestas, de alcohol y todo eso en lo que ellos eran expertos.
-¡Tranquila pequeña, también llevaremos tus pañales! -dijo alex... ¡Oh, si, venganza!
-Eres un grosero -le dije con un puñetazo en su brazo.
-No es mi culpa -agregué haciéndo un mohin... -mis papás son sobreprotectores.
Hice una breve pausa suspirando con resignación y seguí:
-Pero eso no importa ahorita, yo veré cómo le hago, pero algo tenemos que hacer para celebrar nuestro primer año en la universidad y que Alex cumplirá 18 años, al fin dejará de ser un niño, aunque claro, que lástima, que no significa que vaya a dejar de ser un completo inmaduro.
-Sonreí, mientras el me fulminaba con la mirada.-Aunque si no te conociera en realidad no te creería ¿sabes?... pareces de 30 - bromee.
-y yo soy el grosero -gruño Alex.
-Ya nos pondremos de acuerdo -dijo, Eduardo, cortando nuestra pequeña contienda. Y si lo preguntan, pues si es exactamente el mismo Eduardo de mi amiga.
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Tu boca sabe a olvido
Romansa"Cuando has pasado tanto tiempo con una persona, cuando tú vida giraba alrededor de ese alguien, es difícil olvidar, dejarla atrás, por más daño que te haya hecho, dejar de amar es doloroso; aunque terminar haya sido tu decisión..." Melissa acaba de...