Sinbad es un hombre reconocido y amado por su pueblo, a su vida no parece faltarle nada y no se ve interesado en elegir a la futura reina de Sindria a pesar de los intentos de sus compañeros, sin embargo, el pasado de Sinbad cae sobre su hombros cu...
En la tarde tras unas horas desde mi cita con la Emperatriz Gyokuen el príncipe Kouen pidió mi presencia en su estudio.
No tengo mucho más qué hacer así que luego de ir a ver q las tropas me apresuré a llegar con él.
─¿Me llamó Majestad?
Narrador
Al llegar Neria pidió permiso para entrar como parte de la formalidad y el príncipe Kouen le recibió sin hacerla esperar.
─Neria, pasa por favor─ dijo en un tono amable pero serio al verla fuera del espacio.
─A sus órdenes príncipe Kouen.
─Por favor Neria, dejemos las formalidades no hay nadie presente─ pidió a la chica mientras observaba los papeles que tenía en la mesa.
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─Como diga señor, ¿me necesitaba?
─Así es─ el príncipe dejó los papeles con cuidado en una de las esquinas de la mesa y recargó sus codos en el objeto ─te llamé porque tenemos que discutir algo.
─Por supuesto, ¿de qué se trata?─ el hombre realizó un ademán para la mujer pidiéndole que tomara asiento.
─Como sabes, hace unos meses el compromiso de mi hermana la princesa Kougyoku se programó para estas fechas. Afortunadamente ese matrimonio se canceló.
Escucharlo fue una sorpresa para la Comandante del imperio, el compromiso de la princesa había sido bastante mencionado en el imperio por la esperanza de formar una gran alianza política y aún más con la emoción de la hermana del príncipe que ansiaba conocer a su futuro esposo.
─Vaya... la princesa parecía ilusionada con ese compromiso.
─Mi padre está por negociar un acuerdo con la nación de no proceder por el momento con el pago de su deuda mientras su nueva forma de gobierno se implementa por completo y se arreglan los conflictos sociales de la nación. Una tremenda tontería el que mi padre esté dispuesto a aceptar un plan tan anticuado. Mi padre es un idiota.
─General, le pido que no se refiera de esa manera a su padre.
─Ya te lo he dicho, llámame Kouen, somos compañeros desde jóvenes no es necesaria tanta formalidad─ un sólido recuerdo abordó la mente del príncipe remontado a los días donde entrenaban juntos luego de conocerla. ─Solías regañarme todo el tiempo hace unos años, no quiero que eso cambie.
─Tu posición como el primogénito del Imperio Kou y General Principal de nuestro ejército, ante mí que no soy más que una Comandante de División nos deja en dos rangos dónde te encuentras como mi superior, por lo que ésta manera de dirigirme me parece la apropiada.
─Dirígete a mí de esa forma cuando haya alguien presente, mientras nos encontremos solos llámame Kouen, es una orden.
─Como digas, Kouen─ sonrío al decir su nombre y por un momento el hombre desvío su mirada.
