Imperio Japonés

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Volaba sobre él. Volaba surcando el cielo azul cubierto de humo por las máquinas, buques y campamentos asentados. Volaba junto a su equipo y nunca se separaban; cual parvada.

Le causaba curiosidad saber quien era el líder que siembre hiba a la cabeza. Nunca pensó topárselo de frente hasta ese día.

- チームは次の攻撃の準備ができており、弾薬を搭載しています ( Señor, los equipos ya están listos para el siguiente ataque y recargados de municiones ) -
Uno de los comandantes que acompañaba al Imperio empezó a hablar.

- パーフェクト、ちょっと待って (Perfecto, solo falta esperarlos) -
Una sonrisa malvada se asomaba en su rostro mostrando sus afilados dientes.

El ataque no faltó. Se empezaron a escuchar ametralladoras desde un punto lejano, y se escuchaban los gritos de varios soldados que hiban cayendo conforme el ataque se hiba acercando más y más a la base principal.

- 早く、撃て! ( ¡Rápido, disparen! ) -
El inperio ordenó a sus soldados indicando al cielo con la palma extendida y estos obedecieron sin más.

Ahora en el cielo se podían ver aviones de combate que disparaban a las bases, y una lluvia de balas tuvo lugar; aire-tierra y tierra-aire.

La batalla parecía imposible para los japoneses, pues los aviones parecían atinar a su objetivo sin fallar ninguna bala. Los soldados se desesperaban.

- くそ! ( ¡Mierda! ) -
Logró decir al fin el imperio que su ira estaba hasta el tope. Y en un momento, alguien logró derribar un avión pues su cola estaba en llamas y se veía como poco a poco caía del aire, dando fin al ataque.

- ベースの世話をし、あなたができる負傷者の世話をします。 調査します( Cuiden la base y atiendan a los heridos que puedan. Voy a investigar ) -

Cargando una katana en su espalda y una pistola de tamaño portátil, se embarcó a buscar a la presa que había sido derribada. Supuso que no estaría muerta y podría tenerla de rehén, al igual que a Filipinas.

Después de un rato siguiendo el humo que el avión despedía, lo encontró. Pero... no estaba solo.

Por detrás, ayudando al chico a salir del avión, vio como una figura salía con un casco igual de aviador, una ropa igual a los que conducían los aviones de combate y en su espalda decía 201. Sí, era alguien del mismo escuadrón que él.

Sin embargo, no era cualquiera.

Cuando su rostro giró, pudo ver 3 colores tan deslumbrantes, tan bellos, tan cálidos como el mismo sol.

Su mirada no se apartaba de aquel tricolor y más cuando notó que en su centro blanco cual pureza, se encontraba un águila y una serpiente. Ese símbolo lo traía perdido.

- Se...Señor Méxi...co -
El piloto herido empezó a tartamuedear pues su cuerpo entero le dolía.

El Imperio no sabía que había dicho pero pudo reconocer una sola palabra: "México". Asi que ese era el nombre de aquel ser... Pero ese nombre ya lo había oído.

Era el nombre que sus soldados le habían dado hace mas de 2 meses. Un nuevo aliado del estúpido de URSS. Todos hablaban de él, pero nadie sabía como era, hasta ahora.

¿Cómo ese bello ser podría estar en una guerra?

- Lo hiciste muy bien Alfonso. Pero tenemos que curar tus heridas, aún puedes dar más batalla -

El imperio vio como el tricolor sonreía de una maneta alentadora al piloto. Se paró y ayudó a levantarse al herido de batalla.

Su cuerpo era un poco delgado y fácilmente podría ser derribado.

Un poco de TI en MI  [Countryhumans]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora