Fantasías húmedas • (F.S) ✔

🦁🐰 || Segundo acto

LUNES 25 DE ENERO

El fin de semana había finalizado de forma rápida. Para Jungwook el ver una película romántica abrazada de su pareja, le hacía sentir muy cómodo y feliz. Más aún, cuando éste, se divertía con sus aretes.

La noche fue tranquila, no tuvieron relaciones, más allá de algunos roces, mordidas y besos húmedos. De vez en cuando, tenían juegos previos, pero Jungwook ansiaba volver a tener algo más. Sin embargo, Taesung no quería llegar a tanto, no solo por estar exhausto, si no también quería darle su espacio, mimos, espacio para sí mismo y lo más importante, pasar las noches abrazados viendo alguna película.

—Mañana empezamos a trabajar, bebé. —habló Taesung, atrayendo más al azabache hacia su cuerpo trabajado, brindándole calor y dejando besos en su mejilla. —Puedes venir a visitarme si es que, llegas a salir antes que yo, pero mi única regla es: «no exhibirte en mi oficina, hermoso».

Jungwook asintió con una sonrisa pícara, acariciando las grandes manos del mayor, haría caso al pedido, pero la fecha de su aniversario, le tentaba.

—Te amo, lindo. —susurró, se volteó un poco para depositar un dulce beso en los labios ajenos. Éste correspondiendo con cariño, mientras apretaba y acariciaba su cintura, Taesung a pesar de que tuviera un «pequeño» problema en su entrepierna, no le importo en absoluto, porque había otras formas de demostrar su amor hacia su pareja.

Taesung cortó el beso, miraba y acariciaba los finos labios del azabache, éstas estaban hinchadas y rojizas por el «dulce» beso, por no decir, «brusco».

—Bebé, me estás poniendo duro de nuevo.

—Mi boca y yo no tenemos problema en ayudarte, amor.

—Lo sé. Por hoy, déjame darte cariños, conejito. —murmuró en voz baja, dejando una línea de besos en su cuello y rostro. Éste lo dejo ser, poco después, se quedó dormido en los brazos del mayor. —Buenas noches, lindo. —finalizó, recostándose en su hombro.

La mañana siguiente, Jungwook se despertó, se removió un poco en la cama, pero no sintió a Taesung a su lado. Aturdido, miró la mesita, en ella estaba una nota:

Jungwookie:

El reloj marcaba las seis y media de la mañana, por lo que, tuve que apurarme para no llegar tarde al trabajo, amor.

No quiero que te preocupes, hablé con tu jefe y avisé que llegarías más tarde, te notaba cansado, entonces no te desperté.

Te dejé el coche por cualquier cosa y el desayuno, hermoso.

Te amo,

Taesung.

Jungwook se levantó de la cama con una sonrisa tímida ante el detalle de su pareja. Miró de reojo el reloj, éste marcando las ocho de la mañana.

Me arreglaré un poco, ya después salgo, la hora comienza a ser muy limitada se decía Jungwook para sí mismo.

Tomó su toalla y fue hacia el baño, quería mirarse un poco antes de vestirse. Se mojó un poco la cara y sus relucientes ojos cafés junto sus pequeñas mejillas, deslizaban las gotas de agua hasta su cuello. Luego, empezó a secarse la cara, se cepillo los dientes y salió del aseo.