«Donde Jungwook tiene varias fantasías indebidas con su novio, Taesung, pero solo cuando se acerca su aniversario. En esos días, a él se le ocurre hacer realidad algunos de sus placeres húmedos.»
Iniciado: 2OO4O6 || 201004 (corregido).
Estado: Final...
—Yi Bae, vuelve aquí en este instante. —masculló Jungwook por tercera vez del día. El pequeño rió y se escondió bajo la mesa.
—¡Appa!
El nombrado le miró con detenimiento, su bebé apenas tenía un año y seis meses. El pequeño adoraba jugar, reír y hacer berrinches con él. Sin embargo, estaba cansado, desde que se había casado con Taesung, tuvieron su luna de miel, y el nacimiento del niño. No hubo más acto sexual.
A parte de eso, sus salidas y breves encuentros íntimos disminuía, esto último, a Jungwook no le gustaba del todo. Quería mimos, ser llenado, ser sumiso de vez en cuando, salir y disfrutar al aire libre con su pareja, pero no, el mayor le dejó al niño bajo su cuidado.
Poco a poco, empezaba a sentirse frustrado sexualmente, amaba a su pequeña familia, pero también quería algo de atención por parte de su esposo.
El mayor tenía sus días libres los fin de semanas, los aprovechaba para pasar en familia, descansar y salir a la plaza, restaurantes, entre otras, pero el resto de los días, llegaba cansado, la vida artística de Taesung era muy pesada. Muy por el contrario, Jungwook aún seguía en la misma empresa de fotografías, cada tanto era contratado en diferentes eventos.
Sus pensamientos pronto cesaron; al sentir a su pequeño estironear su pantalón, éste trataba de trepar por una de sus piernas.
—Oh, ven aquí, bebé. —dijo con voz calmada, cargando al niño a sus brazos. —¿tienes sueño? —preguntó, éste soltando un «ti» bajo, en el acto, movía sus brazos de lado a lado, como una hamaca.
Minutos después, Bae yacía dormido en sus brazos, Jungwook se levantó con cuidado del sofá, estaba dispuesto a dejar a su hijo en la cuna y esperar a su esposo.
Al estar en el cuarto matrimonial y acomodar a su pequeño en la cuna, sintió vibrar su celular en uno de sus bolsillos. Agarró su móvil, deslizó y desbloqueó con su dedo índice.
Con una ceja alzada, miró las notificaciones de mensajería.
Daddy Precioso, llegaré en unos minutos. 18:00 p.m
¿Están bien? 💕 18:00 p.m
¿Quieres que traiga algo para la cena, bebé? 18:01 p.m
Conejito bebé~ ¿Sí? ¿Qué tanto, cariño? 18:01 p.m
Sí, ahora le acabo de dejar a nuestro bebé en su cuna, es tan tierno💜 18:02 p.m
Hm, ¿Puedes traer fideos instantáneos y chocolate en barra, mi amor? 18:02 p.m
Daddy Prometo llegar muy pronto, conejito~ 18:02 p.m
Es tan tierno como tú, mi Jungwookie💜 18:02 p.m
Sí, todo lo que quieras, mi vida ^^ 18:03 p.m
Jungwook sonrió ante la respuesta del castaño, escribió un «está bien, te esperamos» y dejó su celular en la mesita, miró a su pequeño y se acostó por un rato en la cama. Sin duda, sus caprichos siempre eran consentidos.
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