¡Orejas, afuera!

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-Por favor, haz que pare.-Cruzó sus brazos en la mesa y dejó caer su cabeza, susurrando con molestia.-No creo poder aguantarlo un segundo más.

-Oh vamos Hiro, no seas tan dramático. Solo faltan unos minutos para que la clase termine.

Un gruñido fue la respuesta que una hermosa chica de cabello rubio oscuro, ojos verdes cubiertos por unas enormes gafas de montura rosada, piel tostada, uñas rosadas y vestido del mismo color, recibió por parte de su compañero de asiento. Sonrió dulcemente apoyando su diestra en la mesa y su barbilla en la palma de su mano, viendo al chico con diversión. Unas lindas orejas de canino se movieron divertidas por encima de su cabeza y una cola peluda se movió de un lado a otro.

El chico de cabello azabache y piel blanca, levantó la vista revelando sus rasgos asiáticos y ojos marrones. Miró a su amiga híbrida con clara molestia y dejó caer su cabeza de nuevo en la mesa soltando un gruñido. Sentía su cabeza de explotar y estaba seguro que si seguía escuchando la irritante voz de su profesor, no iba a aguantar mucho antes de mandar a todos a la mierda e irse corriendo a su casa.

-Honey, a tí no te están taladrando la cabeza con un martillo.

-Diras martillado.-El chico la vio de reojo y ella bajó sus orejas de manera inconsciente.-Lo siento.-El profesor dio el aviso que la clase había terminado antes de retirarse del aula. Hiro soltó un suspiro agarrando su cabeza con sus manos y jalando sus cabellos con fuerza. Honey le golpeó las manos al notar está acción.-Hiro, deja de hacerte daño.

-Las pastillas no funcionan.-El azabache miró a la rubia a su lado con cansancio.-Ya no sé qué más hacer.

-¿Qué tal sí vamos a comer algo? Tal vez así se te calme un poco.-Honey le acarició la espalda.-Vamos, los chicos deben estar esperándonos.

Hiro asintió levantándose de su asiento lentamente y guardando sus cosas a la misma velocidad. Salió del aula a paso lento seguido por una preocupada rubia, Hiro jamás se comportaba así por un dolor de cabeza debía estarle doliendo demasiado como para actuar así.

Caminaron con calma por los pasillos hasta la enorme cafetería, el taconeo que los zapatos de su amiga producían hacían palpitar su cabeza, más calló. Cuando los gritos y risas de los estudiantes se hicieron más fuertes al entrar a la cafetería, Hiro se agarró la cabeza con ambas manos dando un paso atrás, dispuesto a salir corriendo del lugar con tal que el ruido dejará de atormentarlo. Honey lo notó y lo agarró por los hombros en un gesto suave.

Levantó su vista, buscando desesperadamente a sus amigos. Cuando los vio les hizo una seña para que se acercarán.

-Hiro, ¿Qué tal sí está vez comemos en los jardines? Los chicos te acompañaran, yo iré a buscar nuestros almuerzos.

-Me parece buena idea.

-¡Chicos! Hoy comeremos afuera.

-¿El dolor de cabeza sigue?-Preguntó la segunda chica del grupo, de baja estatura y cabello corto, de color negro y diversos mechones morados caían en su frente. Vestida con unos pantalones de mezclilla cortos, una camisa blanca y chaqueta negra. Hizo una bomba de chicle con sus labios y la hizo explotar con sus dientes. Sus brazos cruzados viendo al chico que parecía que se desmayaría en cualquier momento.-Estas hecho un asco.

-Gracias, tú también te vez hermosa hoy, Gogo.-Contestó Hiro sonriendo sarcásticamente y dando un pequeño masaje a su frente con sus dedos.

-Llevas días con eso Hiro, deberías ir al doctor.-Aseguró un chico alto de tez negra y su cabello de trenzas sostenido por una bandana roja, con una camisa blanca de tiras que resaltaba sus grandes brazos y con unos pantalones oscuros.

Cachorro ★Higuel★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora