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- No te imaginas lo que el padre Kang tiene de desastre en el cobertizo -menciono el señor Min mientras se dedicaba a cortar la carne en su plato.

- Ni quiero imaginarme, pero es bueno que hayas ido junto a Yoongi a ayudarlo a la limpieza -la señora Min se sirvió otro poco de agua para seguir comiendo.

En cambio Yoongi, se había perdido en sus pensamientos, no podía dejar que eso le pasará, pero era inevitable, aún podía sentir la lengua de Jimin sobre su piel, y era demasiado para su cabeza, definitivamente tardaría en rezar esa noche, sabía que debía sacar todas esas imágenes de su cabeza, pero le parecía imposible poder hacerlo, y es que simplemente el recuerdo le atacaba cada que parpadeaba, y quería dejar de hacerlo.

-... hubieras visto a ese muchacho, parecía que no tiene sentido de la ropa que debería utilizar cuando va a ciertos lugares -menciono su padre haciendo que sus pensamientos de aquel día se fueran de nuevo, miro hacía su madre quién parecía disgustada, seguramente imaginando las ropas de Jimin-, come más Yoongi, seguramente te encuentras cansado debido al trabajo de hoy.

- Sí, solo un poco cansado -menciono, pero la realidad era que estaba demasiado pensativo como para pensar en el cansancio, no había hecho mucho, solo limpiar y barrer, y... sintió su boca secarse de por medio-, creo que iré a tomar una ducha.

- Por supuesto, cariño, ve cuando termines la cena.

Yoongi asintió, tal vez el agua le quite la sensación que ese chico le había dejado en su cuerpo, no lo podía asimilar del todo, ¿qué había pasado en al iglesia? ¿Por qué siquiera no lo detuvo de sus acciones? Se había dejado manipular por las nuevas sensaciones en su cuerpo, dejando que aquel chico de cabellos oscuros lo guiase hacía las garras del placer de una vez por todas.

Sus padres le habían explicado que el placer no es nada malo, pero hay veces que puede llevarte a una perdición, Yoongi consideraba que algunos de sus compañeros de universidad se desvivían en querer tener el placer carnal de por medio, una vez recuerda haber encontrado a uno de sus amigos fornicando con una de las animadoras del equipo de baloncesto, y no pudo evitar sentir esa horrible sensación en su boca, como se secaba lentamente mientras sus ojos se abrían en demasía al ver la escena.

No sabe cuantas veces rezo aquel día para que por lo menos no tuviera esa imagen en su cabeza, y había tardado un largo tiempo en lograr dejar de recordarla de por medio, ahora era su ultimo año escolar, eso lo hacía sentirse mucho más feliz de por medio, dejar todo aquello para poder titularse como ingeniero en informática, eso era lo que más quería, agradecía que sus padres aceptasen su decisión, Yoongi no quería convertirse en su padre, él era un hombre encargado de las finanzas de las más importantes empresas, un contador muy reconocido, y de los pocos que honestos que había, pero aún así a Yoongi no es como si le emocionarán de por medio las cuentas bancarias y el dinero, odia esas cosas.

En cambio su madre había estudiado para ser una abogada, y había terminado casada y sin siquiera terminar la carrera, algo que tampoco quería para él mismo, tal vez sus padres podían considerarse de la vieja escuela, la mujer en casa mientras el hombre trabaja, y Yoongi no le agradaba aquello, por más que quería sugerirle a su madre terminar con sus estudios, sabía que la posibilidad de que le dijera que no era necesario y que estaba feliz con la vida que llevaba hoy en día, era más que posible, por esa razón se abstenía mucho a comentarlo.

Yoongi podía considerarse de mente abierta para algunas cosas, y otras podía ser una mente cerrada y ser un borrego con su pastor, nada de la oveja negra, la cual se revela y se va en dirección contraria al rebaño, termino el ultimo bocado, agradeció por la comida y se retiro con sus platos y cubiertos en manos para poder llevarlos al lavabo, su madre hoy se encarga de lavar los trastes sucios, mañana le tocaría a él.

Salio de la cocina a paso rápido, necesitaba quitarse aún esa sensación, aunque por supuesto, las palabras dichas por aquel chico, no saldrían con agua tibia.

Entro al baño y cerro la puerta con seguro, no quería que nadie entrará, sus padres respetan su privacidad, pero ahora es cuando la necesita más que nunca, respiro profundamente una y otra vez, tratando de calmar su cuerpo, comenzó a desvestirse, poco a poco, dejando que las ropas cayeran al suelo y sintiendo el poco frió de allí mismo, abrió las llaves del agua de la ducha, pronto el agua tibia comenzó a caer sobre su cuerpo, recargo sus manos sobre la pared, y bajo la cabeza.

La mirada de Jimin paso por sus pensamientos, como una fotografía, esos ojos que podían comerte por completo, Jimin tenía la facilidad de que con solo una mirada no podías dejar de temblar, teniendo la sensación de que en cualquier momento él se acercaría hacía a ti, y te diría algo que haría que la corriente fría te helará la espina dorsal.

Pero la mirada tan hambrienta que Jimin le había dado, le asustaba de por medio, sentía que podía derretirse, caer de rodillas frente a él y obedecerle a cualquiera de sus ordenes, ¿eso estaba mal? 

- Deja de pensar en él, Yoongi -se dijo así mismo, y debía hacerlo, el agua ya le había empapado por completo y comenzó a enjabonar y tallar su cuerpo con algo de fuerza.

Quería limpiar todo rastro de esas manos, todo ese camino de caricias que Jimin le había dejado en su cuerpo, quería dejar de sentirlo, era como si de una marca se tratase, una que jamás podría olvidar, una que se quedaría allí en su piel, recordandole cada acto que había pasado, apretó la mandíbula, no debía pasarle eso, no ahora, ¿cómo era posible eso? No debió mirarlo aquel domingo en la iglesia, no debió prestarle atención, debió detenerlo cuando podía, ¿por qué había sido tan estúpido como para no detenerlo? 

Dejo que el agua enjuagará su cuerpo, mirando los restos de espuma ir desapareciendo por la coladera, mirando el agua caer en gotas por su cabello, pensando en lo que había pasado, y el por qué había permitido que pasará, no debió permitirlo, simplemente no debió hacerlo, pero había ocurrido, le había mostrado un camino de lujuria que lamentablemente Yoongi quería experimentar más, y eso es lo que le daba más miedo ahora mismo, la sensación que le había quedado, ese primer orgasmo, querer repetirlo, ¿eso era lo que incitaba a los demás a continuar? 

O tal vez simplemente se estaba volviendo loco, elevo su rostro hacía el agua de la ducha, cerrando sus ojos, dejando que el agua cayera en su rostro, sintiendo el tibio calor que le proporcionaba, paso saliva, tenía que despejar su mente de todo, no debía caer en esas garras, no debía pensar en lo sucedido, ni siquiera en las increíbles sensaciones en su cuerpo, Jimin es peligroso, lo es al igual que cualquier demonio, y tan solo lo había comprobado en un solo día, en unos instantes, en como le había demostrado que con solo unos toques y unas palabras lo había dominado por completo, jamás se había sentido así de sumiso.

Te encanto, ¿no es así? 

Apretó sus parpados ante ese pensamiento, eso tampoco debía de estar en su cabeza, solo esperaba que cuando pegará su cabeza sobre la almohada, todo se fuera, sería un nuevo día, uno libre de esos pensamientos, uno en dónde las clases comenzarían de nuevo y todo volvería a como antes, Jimin solo iba a ser un recuerdo del verano, uno que ya no volverá a ocurrir de nuevo.

JudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora