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- ¡No me jodas, Min Yoongi! -la exclamación de Taehyung hizo que Yoongi se sintiera alarmado al momento de escucharlo, de inmediato siseo a Taehyung para que no exclamara de tal forma, no quería que alguien más les prestase atención y mucho menos ahora-. No me hagas callar -entrecerró sus ojos-, ¿estás seguro que no fue una fantasía erótica tuya?

Yoongi en verdad se sentía muy avergonzado, no sabía que le estaba pasando, era algo que parecía ser inevitable, esos ojos parecía que le hipnotizaban y esas caricias suyas hacían que pronto todo el miedo y la necesidad de escapar se fueran de por medio, y eso era lo que lo tenía con alarma, ¿qué pasaría si ese chico en verdad estuviera mucho más involucrado en su vida? No quería averiguarlo.

- Hablo en serio, Kim -soltó un bufido-, no entiendo lo que paso -Taehyung levanto una ceja.

- ¿Cómo no vas a comprenderlo? Casi tienes sexo con un chico atractivo y eso que dices que te gustan las mujeres, ¡eso es ridículo!

Yoongi bajo la mirada, sus padres a pesar de que decían que estaban en total acuerdo con que él escogiera su camino en la sexualidad, Yoongi sabía que no era así, desde un principio lo supo, sus padres querían a veces saber si acaso salía con alguna chica, o su madre indiscretamente comentaba algún nombre de alguna chica que de igual forma era muy devota a la iglesia.

Pero a Yoongi no le atraían mucho las mujeres, debía admitir que ver esas caderas anchas, y escuchar y ver como algunos hombres les gustaba mirar su zona trasera y sus pechos, lo que él ni siquiera hacía, definitivamente se sentía extraño, sus padres creían incluso que es heterosexual, pero la realidad era muy distinta, a Yoongi le atraía más su mismo sexo, y según las sagradas escrituras, solo por eso, podría ir al infierno.

- Tengo miedo de que eso vuelva a ocurrir -menciono Yoongi abrazándose así mismo-, necesito despejarme de todo lo que ha pasado.

- ¿Acaso ocurrió más de una vez? -Yoongi sintió sus mejillas ir calentándose poco a poco y Taehyung abrió en demasía sus ojos al ver el sonrojo en el rostro de su amigo-. ¡Joder, Min Yoongi! Quisiera ser tú.

- Yo preferiría no ser yo en esté preciso momento -menciono el más pálido-, tengo que evitar a Jimin.

- ¿Y por qué hacerlo? -Taehyung rodó los ojos-. Yo que tú, aceptaría hacer todo lo que él quisiera.

No era lo mismo, y Yoongi lo sabía, aunque no quisiera admitirlo del todo, Jimin le aterraba, y no era por el hecho de sus vestimentas o por siquiera la actitud que llevaba, si no que era por todo lo que había pasado en tan poco tiempo, si ese chico hacía que por unos momentos olvidase por completo todo lo que existía en su propio mundo con solo unos cuantos besos, unos mandatos y unas caricias, no quiere saber lo que podría pasar en un futuro próximo.

- No lo entenderías, Taehyung -el mencionado soltó un resoplido-, él es peligroso.

- ¿Es así como lo ves? -Yoongi dio un asentimiento-. Supongo que para un adicto a las misas en la iglesia, tener un chico sexy tras de ti es peligroso.

- ¿En serio dijiste eso? -Taehyung se encogió de hombros.

- Da igual lo que diga o haga por ti, es obvio que a ese tal Jimin le atraes, ¿por qué no simplemente intentar tener algo con él? Sería como un pequeño escape a todo lo que vives.

¿Un escape?

¿Y por qué escapar?

Tiene todo lo que necesita, tiene una familia unida, tiene su propósito en la vida, casi termina con su carrera universitaria, y sabe lo que hace, no necesita tener a un problemático de ese tipo como para que ande persiguiéndolo de tal modo, ciertamente Yoongi no necesita más que eso.

JudasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora