Hace unos años atrás cuando la encantadora medusa hacía el trabajo tan amado que cualquier bruja del aquelarre haría sin reproche, ella se había decidido llevarse consigo a su entonces único hijo para que le acompañara y tal vez solo tal vez encontrara a algún técnico para el, sin embargo el mismo siempre mencionada que no le interesaba nada de eso, el aceptaba que era un arma, para aquel entonces se describía como uno de las mejores aun sin ser una death scythe, por que aun era un pequeño niño el cual sentía un gran ego, hasta que un día todo esto cambio de manera inevitable.....
Ragnarok se acordaba muy bien de aquellos días donde la encontró, aquel callejón desolado donde ninguna alma de death city se atrevía a cruzar por su fama.
un día de tantos nuestro peli-negro amigo divagaba por la ciudad todo a su parecer era aburrido se lamentaba internamente por a ver que tenido que obedecer a su madre.
- vamos ragnarok sera divertido decía, harás muchos amigos decía y tal vez encontraras algún técnico en la ciudad.- era lo que se repetía ragnarok harto de las palabras de su madre, más sus pensamientos fueron interrumpido por unos gritos que salían de aquel callejón de mala fama, el pudo haber ignorado aquel grito ya que sabia que en cualquier momento algún técnico junto a su arma acudirían al llamado de auxilio, pero algo en su interior le gritaba que fuera ya que si el no iba algo muy malo o tal vez atroz sucedería....
Ragnarok corrí lo mas rápido que pudo para identificar de donde provenía aquellos gritos corrió por unos segundo hasta que logro encontrar a la poseedora de ellos. La escena no era una de las mas agradables que le hubiera gustado ver ya que se encontraba una chica rubia tirada en el suelo, con algunos moretones y raspones, provocados por un señor mucho mas alto y mucho mayor que la chica, el señor estaba apunto de proporcionar otro golpe sin embargo esto no se logro gracias a la intervención de ragnarok.
- je acaso nunca ha escuchado aquella típica frase de que a una mujer no se le toca ni con el pétalo de una rosa.- dijo ragnarok sosteniendo aquel cinturón que tenía el señor
- Quítate de mi camino mocoso.- dijo el señor furioso.
- ¿por qué lo haría?- dijo sin ninguna emoción alguna, el señor ni ragnarok dijeron otra palabra así que el peli-negro se acercó a la chica y le ofreció su mano.- ¿puedes moverte?
- me estas ignorando mocoso estúpido, solo para ayudar a una ratera.- el señor sumamente furiosa estaba decidido a propinarle una golpiza pero ragnarok le gano dándole una a el dejándolo tirado en el suelo y con un marca roja en su mejilla derecha
-¿puedes moverte?.- volvió a preguntar.
- s-sí .- dijo la chica poniéndose de pie tratando de ocultar el dolor.
- tkss... ven te ayudo.- ragnarok cargándola.
-e-espera a donde me llevas.- dijo asustada la chica.
- a donde mas aun doctor para que te cheque esas heridas.-
- pero ni siquiera me conoces por que harías algo así.-
- no lo se solo vamos a un doctor esta bien.- dijo el chico un poco sonrojado por la actitud de la chica.
-g-gracias.-
En el trayecto hacía la casa de ragnarok fue muy silencioso ni la chica o el hablaron cuando por fin llegaron, su madre abrió la puerta viendo a su hijo cargando a una chica que estaba herida.
-pero ¿qué fue lo que le sucedió?- dijo medusa inclinándose un poco para apreciar mejor a la chica.
- la estaba golpeando un hombre.-
- que desgraciado, pasa déjala en el sofá voy por mi botiquín, no tardó.-
- si.-
Ragnarok recostó a la chica en el sofá solo esperando a que su madre llegar para que la curarla, la chica miraba con asombro la casa como si nunca hubiera visto alguna, esto le parecía un poco gracioso a ragnarok aunque también le causaba tristeza ya que esto se podría significar que no vive en una.
-¿cómo te llamas?- pregunto el chico
- e-eh soy elizabeth thompson y el tuyo?-
-ragnarok makenshi gorgon.- dijo
Medusa había llegado con su botiquín lista para atenderla pasaron unos minutos y la chica ya estaba mejor, medusa la había ofrecido que se quedara a comer y que pasara la noche en su casa sin embargo elizabeth no aceptaba ya que dijo que era demasiado lo que hicieron por ella y aceptar lo que le proponían sería un abuso. Pero medusa no aceptaba un no por respuesta así que preparó a propósito una deliciosa comida la cual podía emitir un olor tan agradable que era imposible ignorar. Elizabeth al oler aquello he inconscientemente su boca se volvió agua, medusa al darse cuenta de ello volvió a insistirle a elizabeth,esta misma apenada ella aceptó.
No fue la manera más adecuada de haberla conocido pero desde ese momento ragnarok empezó a sentir cierta atracción a aquella chica que con el paso del tiempo...
ESTÁS LEYENDO
La visita =kidxcrona=
ספרות חובביםQue pasaría si un día, tu trabajo te pide que tienes que hacer un reporte sobre los acontecimientos que pasan en shibusen, pero en ello sucede algo inesperado...