Hermanastros || TXT x Lectora [Traducción]

🦋Capítulo dieciséis🦋

Previamente...

Escuchamos a Beomgyu aclarar su garganta y voltear hacia nosotros.

Soobin y él miraban a Jihoon con una expresión extraña en sus rostros.

— (T/n), ¿quién es él?

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Dudé en responder al ver la mirada en sus ojos.

En vez de decir palabra alguna solo me mecí de un lado a otro mientras soltaba una ligera carcajada.

Ambos fruncieron el ceño, aún esperando por mi respuesta.

Jihoon mira a los alrededores antes de aclarar su garganta.

— Oh, ¡pero qué hora es! Estoy llegando tarde a clase, nos vemos (t/n) —dice.

Intenta irse a paso acelerado pero Beomgyu agarra su hombro deteniéndolo por completo.

Los vellos en su cuello se levantaron ante aquel repentino acto y lentamente volteó a verlo.

Beomgyu lo sostiene con firmeza y lo escanea de pies a cabeza.

Casi como si intentase adivinar qué tipo de persona es basándose en su apariencia.

— Jihoon, ¿eh? —susurra para sí mismo con suavidad.

El mencionado asiente y me mira nervioso.

Sus ojos piden ayuda a gritos mientras que Soobin y Beomgyu lo rodean.

Los ojos de Soobin se posicionan sobre los míos antes de bajar a mi cuello.

Con los ojos extremadamente abiertos corre hacia mí.

— ¿Por qué tu cuello está tan rojo? —pregunta con preocupación.

Empuja mi cabello con delicadeza para poder observar mejor.

Llevé mi mano a dicha área y solté un leve quejido al sentir la piel irritada.

Probablemente esto es gracias a la forma en la que Kapow me agarró.

— No es nada —respondo con desinterés— Simplemente lo limpiaré en la enfermería.

— Iré contigo —menciona Soobin.

— No, iré yo, Soobin tiene una prueba que dar así que será mejor que yo vaya —dice Beomgyu.

Palmea firmemente el hombro de Jihoon y se acerca a mí para llevarme a la enfermería.

Ya estando a mi lado empezamos a caminar.

— Así que, ¿cómo te las arreglaste para hacer enfadar a BamBam? —pregunta.

¿Cómo es que exactamente lo hice enfadar? 

Técnicamente él empezó cuando me insultó.

Todo este asunto pudo ser evitado si él solo se hubiese disculpado.

Me encojo de hombros y pongo mis manos detrás de mi espalda.

Él suspira y mira mi cuello.

Pasa sus dedos con gentileza sobre este lo cual me hace encoger ante el contacto.

— ¿Duele? —pregunta con preocupación.

Asiento y paso mis dedos sobre mi piel.

— Uhm, algo —respondo.

Él asiente y sus dedos suben hasta mis mejillas para acariciar estas levemente.

— Si él- no, si alguien te vuelve a molestar ven y dímelo, ¿ok? —menciona serio.