Capítulo 3.

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El sol comenzó a salir, me levanté y revisé todas las cajas, volví al tablero.

—Jaque mate.

—Te enseño Gideon.

—No, yo lo descubrí— le tendí un regalo a Reid—. Felices 24 señor Spencer Reid.

—¿Cómo sabías?

—J.J me dijo, espero que te guste.

Spencer abrió el regalo y sonrió a penas lo vio, soltó una risa.

—J.J no te dijo lo que quería, no lo comenté con ella, cómo lo supiste?

—No pregunté, sólo te compré lo que yo quería.

Reid tomó el libro y lo guardo en su maletín.

—Ahora puedo holgazanear en el trabajo.

—No lo creo, vámonos.

Llegamos al trabajo y Hotch al vernos entrar se paró de la mesa en la que se encontraba apoyado.

—¿Dónde estabas? No llegaste anoche ni contestas el teléfono.

—Estaba jugando ajedrez.

—¿Toda la noche?

—Si, Reid estaba buscando la forma de ganarle a Gideon, y no pudo.

—Ah, estaban juntos.

—__, gracias al cielo estás bien— dijo Gideon sacudiéndome—. ¿Sabes lo que me paso cuando Hotch me dijo que no estabas? Volví a 8 años atrás— agaché la cabeza ante el regaño de Gideon—, al menos contesta las llamadas.

—Lo siento. Pero Hotch, debes saber que no volveré esta noche, ni la siguiente.

—¿Qué dices?

—Ahora viviré con Reid, en mi casa.

—Es una broma.

—No— miré hacía atrás y vi a Spencer con un gorro de cumpleaños tratando de apagar unas velas de broma. Miré a Hotch nuevamente—. Él parece ser un buen chico, le conté mi historia y decidió venir conmigo. Vas a ser papá, necesitas espacio, hacer tu propia vida, hacer lo que no pudiste hacer conmigo. Que la primera palabra sea "papá" y no "tengo miedo" ver sus primeros pasos, cambiar pañales... yo estaré bien, papá, estaré bien.

Hotch me abrazó. Solté un suspiro y volví a mirar a Spencer, sonreí, abracé a Gideon, y él dejo un beso en mi frente.

—Siempre esperé el día en que me abrazaras.

—Y yo el día en que me dijera papá.

Me reí ante los comentarios de los hombres. Y me di cuenta de que nos estaban mirando.

—Pregunte si querían pastel.— dijo J.J.

—No, gracias.

Hotchner y Gideon me miraron sorprendidos.

—¿Acabas de decirle no al pastel?

—No tengo hambre.

—Reid, ¿tomaron desayuno?

—No.

—Queremos pastel, los tres.

—Agente Hotchner— dijo uno de los trabajadores que no conocía, mi papá fue a atender el teléfono. Recibí el pastel de chocolate y comencé a hablar con Morgan sobre Reid.

_Lo siento, se acabó la fiesta— fuimos al salon de reuniones—. Nos vamos a San Diego.

—Pero no a hacer surf— dijo Derek.

Bulletproof Agent- Spencer ReidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora