Liam y Elisabeth: Cómo podríamos haber sido felices

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-Entonces, ¿lo has escrito?

La muchacha pelirroja asintió con la cabeza.

-¿Puedo leerlo?

Ella frunció el ceño.

-Pues claro.

Su amiga sonrió, sus ojos azules brillaban.

-Irene, sé que esto es doloroso para ti. Significa mucho que hayas escrito esto.

Ella sonrió, pero sus ojos no. Podía verse claramente que no era feliz.

-Antes de que lo leas, debes saber que está narrado por ti, o sea, por Elisabeth.

-Vale.

Estaba en el salón. Liam trataba de sonreír mucho, pero no parecía muy contento. Me ocultaba algo y yo lo sabía.

-Illusion es una canción preciosa, ¿sabes? -traté de romper el hielo -. Me alegro de que sientas algo así por Sophia.

Él alzó la mirada, sus ojos se posaron en los míos.

-Pensaba que no te gustaba Sophia.

-Y no me gusta -me encogí de hombros-, pero me gusta saber que eres feliz.

Él asintió con la cabeza, no mostraba felicidad alguna. Parecía ausente.

-Lis...

-¿Qué? 

Se miró sus manos y luego volvió a mirarme. Mi corazón latía muy deprisa, aunque no pensaba que dijera lo que yo siempre había deseado oír salir de sus labios.

-¿Por qué te importa tanto que sea feliz?

Fruncí el ceño.

-Eres mi mejor amigo, Liam.

-Ya.

Nuestra conversación no parecía ir muy lejos, así que me atreví a hablar yo.

-¿Por qué estás tan...ausente? ¿Por qué te preocupa tanto lo que yo...piense?

Él debió entender por qué le pregunté aquello, ya que sonrió y me dijo:

-Porque te quiero.

Y, justo en ese momento, oímos unas risas detrás de nosotros. Pero nos dio igual que Irene y Louis nos estuvieran espiando, aquel momento era nuestro. Así que junté sus labios con los míos y, al separarnos, susurré:

-Yo también te quiero.

Where do broken hearts go? (Louis Tomlinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora