No fui muy consciente de lo que pasó segundos después. Ambos cuerpos salieron del cuarto junto a sus voces, maldiciendo. Para cuando me senté en la mesa, se escuchaban disparos y mis entrañas se encogieron dándome náuseas. Una bala atravesó la chabola, muy cerca de mí. Grité cayéndome de la mesa, arrastrándome inconscientemente hasta la esquina más próxima. Lloraba, lloraba sin parar, pero seguía en shock. Todo a mi alrededor parecía ir demasiado rápido, no entendía nada. Solo había ruido, disparos, gritos, golpes. Si antes estaba aterrorizada, ahora no podía ni moverme. Estaba tan desorientada a estas alturas.
El ruido cesó. Poco a poco se oían voces.
—...their ass! Fucking natives, man—.
—yeah, right?—
—C'mon, we have to clean the mess or Vaas'll be pissed off—.
—The prisioners...—
Muchas voces distintas hablaban, pero no les hice caso. Abracé mi piernas, ocultando mi rostro y llorando en silencio. Apenas me había dado cuenta de que estaba temblando y que estaba medio desnuda. Intenté anudar los extremos de mi camisa (o lo que quedaba de ella) pero era imposible. O mis manos temblaban mucho o tenía muy poca fuerza. Seguramente ambas. La puerta sonó, dando paso a un pirata menos corpulento que la mayoría. Me tapé el torso como pude. Tiró de mí rápidamente musitando con dientes apretados en un idioma que no podía entender. Mi antebrazo empezó a doler horriblemente debido a su fuerza, casi arrastrando mi cuerpo pues además de fuerte, el agarre era muy alto. Miré mi jaula con cierto desasosiego según íbamos acercándonos.
Estaba atada en mi jaula. Sola. De nuevo.
Había algo de actividad a mi alrededor, pero no mucha. Habían terminado de llevar los cuerpos (todos con una bolsa en la cabeza) a un profundo hoyo, y ahora lo estaban tapando. Tragué fuerte al darme cuenta de que esa podría ser mi futura tumba. Miré mi pecho, apenas cubierto. Cada lado de la camisa colgando lo suficientemente cerca como para tapar la mayor parte de el, aun dejando ver mi escote y algo más.
—THOSE! FUCKING! CUNTS!—
La voz del jefe se escuchó en casi todo el campamento. Siguió gritando, pero no pude entender nada más. Estaba cabreado. Mi pulso empezó a acelerarse según oía sus pasos, pesados, acercarse. No tardé más de diez segundos en poder ver su rostro.
Tenía el ceño fruncido, con el cuerpo lleno de pequeñas manchas que parecían ser lunares. Parecían. Todos sabíamos perfectamente que esas gotas eran sangre. Seguí la mirada hasta su mano derecha la cual sostenía una pistola con fuerza.
Estaba cabreado. Muy, pero que muy cabreado.
Se paró cerca de las celdas, y apretó el puente de su nariz con su mano libre, cerrando los ojos.
—How many?—preguntó con una voz queda.
No sabía a que se refería, y parecía que los piratas tampoco. Un momento de silencio nos invadió, y salté del susto en cuanto se le escuchó hablar de nuevo.
—HOW MANY FUCKING FUCKS DID FUCKING ESCAPE?—
Miré a mi alrededor y caí en la cuenta de que eramos menos que antes. ¿Habían escapado? Otro pensamiento azotó mi mente; ¿podría haber escapado si no me hubiese quedado llorando en una esquina?
Mis ojos acumularon lágrimas.
—I-I don't know, boss—respondió un chico con rasgos asiáticos que estaba pocos metros alejado de él—. At least seven. But we found two dead by gunshots—.
Vaas no se veía nada contento con esto.
Justo al lado de él, aparecieron los dos hombres que intentaron violarme y casi entro en pánico. Miré al líder, quién volvió a gritar. No le presté atención.
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addicted || Vaas Montenegro (FarCry3)
Romance'' Es como si fuese una droga, como si fuese un demonio al que no puedo enfrentar. Es como si estuviera estancada, como si huyese de él todo el tiempo. Y se que dejaré que tenga todo el poder, como si la única compañía que buscase fue...