El maestro se puso en frente de la pizarra, empecé a observarlo mejor. Tenía un pelo negro liso y unos ojos rojos como la sangre, su mirada era amable a pesar de que su aspecto fuese tan imponente.
-Hola a todos, a partir de hoy, ustedes serán mis alumnos durante los próximos cinco años. Mi nombre es Hiro, encantado de conocerlos.-Hizo una leve reverencia.- ¿Por qué no empiezan por presentarse? Empezaremos por la primera fila.
Al yo estar en la primera fila, tuve que presentarme.
'No te pongas nerviosa, tú puedes'
Me dije a mi misma.
-¡H-hola...! Mi nombre es Emiko, tengo 5 años y ¡quiero ser muy muy fuerte.... Y hacer muchos amigos!- cuando comencé a presentarme estaba nerviosa pero poco a poco me fui extendiendo con más confianza.
Mi profesor aplaudió, después surgieron más aplausos provenientes de mis compañeros. Estaba feliz, me aplaudían, ¡tenía atención por mis próximos amigos!
Continuaron presentándose, pero hubo uno que me llamó mi atención más que las otras presentaciones.
-Mi nombre es Ikki. Soy el hijo del líder de lobos, tengo 5 años, al igual que ustedes.- Se presentó con total tranquilidad, como si hubiese preparado eso durante mucho tiempo, su tono de voz era impecable, no se le notaba nervioso, todos al oír que era el hijo del líder se giraron a mirarlo alucinados, pero él parecía seguir con una sólida mirada.
Acabamos de presentarnos todos, el maestro accedió a dejarnos el día de hoy para comunicarnos entre nosotros. Enseguida, la mayoría de personas fueron hacia Ikki, el parecía tranquilo, pero se veía como sudaba un poco, estaba nervioso. Era normal, sigue siendo un niño acorralado.
Yo siendo algo timida no quería molestar, así que decidí no acercarme a él a pesar de la curiosidad que tenía. Una chica de pelo largo castaño y ojos color miel se acercó a mí.
-¡Hola! - Ella dijo sonriente, me alegró que alguien me hablase así que al igual que ella empecé a hablarle.
-¡Holaaa! ¿Te gustaría ser amigas? -Le dije emocionada, no lo pensé, simplemente le pregunté, estaba ansiosa de tener amigos.
-¿Amigas? ¡Sí! - Dijo ella sonriendome. - ¿Qué quieres ser de mayor?
- De mayor... No sé... ¡Quiero ser una modelo! Oh oh, no, ya sé, ¡quiero ser fuerte! - Dije riéndome junto a ella.- ¿Y tú?
-¡QUIERO SER UNA PRINCESAA! - Dijo orgullosa de sí misma.
-¿Cómo? - No entendía, ¿princesa por qué? ¿Se puede?
-¡Sip! ¿Conoces a los actuales príncipes? Son Tsuyoshi, Daiki, Richard... ¡Si te vuelves su novia seguro serás una super princesaaa! - Sus ojos brillaron, al igual que los míos ¿!podía ser una princesa!? ¡yo también quiero!
-Pero... ¿Cómo va eso? ¿Por qué son príncipes?- dije anonadada.
-¿Tus papis no te lo ha explicado? Mi mami me dijo que era porque eran los hijos de los actuales líderes de las tres razas que mandan en las tierras... Creo que eran mmm... ¡Ah! León, leopardo y tigre. - Parecía feliz de poder explicarme.
-Es increíbleeee, no sabía eso, eres muy lista! Ups, no sé tu nombre... ¿!Me lo dices!?- Pregunté alegremente, por fin sentía que había hecho una amiga. Ella asintio vigorosamente.
-¡Mi nombre es Laura! Soy una lobita dingo.- Sonríe.
-Mi nombre es Emiko... Y mmmm, soy una loba.... ¿Mixta? Mi mama es una loba siberiana...- Dije dudosa, le prometí a mi madre no decir nada sobre mi papi, así que solo dije cosas sobre mamá, además tampoco sé con exactitud que raza de lobo soy.
-Está bien, ¿quieres jugar con mis mueñcas un rato? - Va corriendo hacia su pupitre y saca un bolsa, de ahí agarra unas muñecas, y me da una de ellas.
Y así fue como hice mi primera amiga
***
Regresé a casa junto a mis hermanos, ellos no estaban tan emocionados como yo. Al llegar mamá nos recibió con un buen almuerzo, allí estaban papá y Toby comiendo.
Mamá corrió hacia mí para cargarme alegre.
-¿Cómo le fue a esta pequeña en su primer día de clases? - Dijo alegre mientras yo reía junto a ella.
-¡HICE UNA AMIGA NUEVA! ¡Ademas en mi clase esta el hijo del líder de los lobos! ¡Fue super super divertido, mamá!- Le dije muy emocionada, papá y mamá se miraron entre sí, tenían una tierna sonrisa en sus labios.
-Me alegro mucho pequeña, ahora a comer.- Dice sirviendo un plato de comida.
***
Segundo día de clases, por fin tenía mi uniforme. Está vez no solo sería hablar con mis compañeros, en esta ocasión nos explicaron la importancia de manejar nuestro poder salvaje.
-En nuestra primera clase les enseñaré a concentrar su energía salvaje y poder retirarla cuando deseen. Puede ser costoso al principio pero es algo natural en nosotros, realmente no tardarán mucho en aprender esta técnica. Es la escencial para cualquier Dobutsu.- se quedó un momento callado, esperando dudas. La ver que nadie preguntó continuó. - Primero, tendrán que estar de pie, apretarán sus puños y dientes entre sí, esto hará que su cuerpo se tense, después se concentraran en tan solo pensar que quitaran sus extremidades, como si no existiesen. Poco a poco desaparecerán. Aquí una demostración. - Dijo nuestro profesor pasando de estar en su modo salvaje a su modo normal. - Esto les podrá tardar como mucho una semana. Practiquen.
Todos estábamos practicando para lograr el modo normal. Se empezaron a oír murmullos, todos quedamos atónitos al ver a Ikki en su modo normal, no había pasado ni un minuto y él ya lo había logrado. ¿Él lo había logrado con tanta facilidad? ¿O tan solo práctico anteriormente?
-Acabé, ¿ahora que hago maestro? - Dijo él tranquilamente, con una leve sonrisa.
-Ayuda a tus compañeros.- Respondió tranquilamente, él no parecía impresionado por su logro. Después de todo era el hijo del líder.
Ikki se acercó a mí curioso.
-¿Necesitas ayuda? - Dijo Ikki, él realmente parecía un adulto, apesar de tan solo tener 5 años hablaba formalmente.
-¿!A mí!? Oh, ¡la verdad me serías de gran ayuda! - Le sonreí, estaba impactada de que aquel niño que veía tan lejano a mi por su estatus quisiese ayudarme a mí en vez de a los demás.