Elastic Heart (Jacob Black)

06

Ahora, de vez en cuando visitaba a Emily, y parecía que su casa se ha vuelto el punto de reunión del Club de chicos sin camisa.

Habia estado evitando a Jacob porque se sentía bastante incomoda, no podía actuar como si nada hubiese pasado por que dolía demasiado. Además, que ni siquiera tenía tiempo porque siempre estaba con esa chica Swan.

No es que la odiara... ¿A quién engañaba? Si la odio por haberme quitado el tiempo que solía pasar con Jacob, odiaba que jugara con sus sentimientos, porque no por nada Quil es un chismoso de primera, escuchó por ahí de unos chicos de Forks que Isabella habia terminado con su novio hace unos meses y que estaba en una gran depresión por eso.

Así que si sabía que Bella estaba con Jacob como si él fuera el segundo plato, y lo detestaba, Jacob merecía algo más que eso.

¡Estúpidos sentimientos!

Su padre y su hermano la habían encontrado rara desde hace tiempo, por lo que cuando estaba cocinando la cena, ambos la interrogaron.

No abrió la boca para nada, en cambio les mencionó que de vez en cuando visitaba la casa de Emily y ella le enseñaba a cocinar y le daba algunos consejos, no quería decirlo explícitamente, pero veía ese aire materno en Emily y no podía evitar pensar si es que su mamá hubiese llegado a ser así.

Las cosas habían estado raras entre nosotros últimamente, la relación entre Jacob y yo era un poco incomoda, Embry a veces tenia una actitud muy rara, incluso de la nada se enojaba por la cosa más pequeña.

¡Incluso casi se pelea con un chico solo por que me miró por un largo periodo de tiempo!

Fue de un momento a otro que Embry nos dejó de hablar, y ahora se juntaba con Paul y Jared. No es algo que me molestara del todo, pero nos dejó olvidados a nosotros tres, y eso si es algo que me molesta.

Fue un día que intentó cocinar unas galletas justo como Emily le había enseñado, pero falló estrepitosamente y las galletas dejaron un enorme olor a quemado por toda la casa por tres días.

Mi hermano se burló de mis habilidades culinarias.

Y ese misma tarde se encontraba en casa de Emily, para contarle de su fallido intento de pastel, que el Club de chicos sin camisa llegó haciendo el escándalo de siempre, por lo que la chica simplemente negó con la cabeza.

Se llevó una sorpresa al ver a Embry junto a ellos, con un nuevo corte de cabello y el característico tatuaje.

Embry internamente esperaba que Samira fuese su impronta, estaba enamorado de ella desde hace años, estaba completamente seguro que, esa chica seria su alma gemela.

Aún más cuando Sam le contó sobre las leyendas, y más por que lo veía en los pensamientos acerca de la impronta de su Alfa todo el tiempo. Es por eso que cuando la miró a los ojos espero todo aquello que había visto en los pensamientos de Sam Uley, pero nada, sólo seguían esas mariposas en su estomago al verla.

—Me alegro de que ya no estés enfermo. —Samira le dijo. —Hice unas galletas, pero no salieron muy bien.

Sami se rascó la mejilla un poco nerviosa.

—Me siento mucho mejor ahora. —Embry le sonrió a su amiga, ya que desde que él llegó a la reserva habia estado solo hasta que Samira se acercó a él.

—Veo que te has unido al Club de chicos sin camisa. —Bromeó la chica.

—¿Disfrutando de la vista? —Embry hizo esas típicas poses de los fisicoculturistas que solo le hizo soltar una carcajada.

—Anda tortolitos, que tenemos trabajo que hacer. —Paul nos interrumpió y se llevó a rastras a Embry.

—¡Adiós Embry! —Se despidió y se adentro a la cabaña de Emily para platicar un rato y después regresaría a su casa para terminar los deberes de la escuela.

Habían pasado varias semanas y Quil se sentía bastante ofendido que Embry ya no les hablara, pero de vez en cuando hablaba conmigo.

Con anterioridad ya le había preguntado directamente por que no le hablaba a Quil y a Jake, él simplemente dijo que todavía no estaba listo.

Papá se encontraba cada vez más ansioso, para matar el tiempo le pedí a mi hermano que me enseñara un poco de defensa personal.

Papá hace tiempo nos habia enseñado lo básico a ambos, incluso también nos enseño ciertas posiciones del cuerpo en las que podíamos aprovechar al máximo nuestra fuerza.