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                                                                               Ni siquiera sabía a quien acudir, en serio sólo quería correr a los brazos de su madre y llorar, mientras que ella la abrazaba y le decía que el chico por el que llorab...

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                                                                               Ni siquiera sabía a quien acudir, en serio sólo quería correr a los brazos de su madre y llorar, mientras que ella la abrazaba y le decía que el chico por el que lloraba no valía la pena.

Anhelaba tanto hacer eso, en serio que lo hacía, pero solo habia un problema... Ella ni siquiera logró conocer a Amelia Reed, su madre. Su padre le habia contado tantas buenas historias, que siempre la ve como una persona amorosa y comprensible, sin embargo, no la podía recordar.

Sabia de seguro que si llegaba a su casa su padre y su hermano notarían el cambio de humor y le cuestionarían hasta que ella soltara toda la verdad y eso solo haría que mi familia fuera sospechosa de un asesinato.

Tal vez podría ir con sus amigos, pero Quil continuaba ocupado por su madre, y sabía que le diría "Te lo dije", en cambio Embry no sabría como consolarla, él tiene el tacto de una roca, tal vez diría algo que terminaría empeorando su estado de ánimo. Además, es Jacob de quien hablamos, somos amigos desde tanto tiempo, seria muy extraño llegar con Embry y decirle que me gusta uno de nuestros amigos.

Después de haber comprado una paleta de hielo, me senté en la banca que esta justo en la entrada de la única tienda de la reserva, solo para que todos vean mi miserable cara. Esto no resultó como lo esperaba, esto no sucede en las películas.

Si hubiese sido la protagonista de una película lo mas probable es que el chico nunca la hubiese rechazado, o tal vez si la hubiese rechazado, pero entonces conoce a alguien más que si le corresponde. Incluso el chico se percata de su error y hace algún tipo de acto de amor y entonces él y la protagonista viven felices para siempre.

Emily Young apareció en mi campo de vista, el día de hoy también llevaba varias bolsas, pero no tantas como hace días.

Parece que el día de hoy no tienes compañía. —La chica se aceró y le dedico una linda sonrisa.

—¿Quién necesita a los hombres? —Simplemente dijo mirando fijamente a su paleta medio derretida.

—No se que culpa tiene esa paleta para recibir esa mirada, pero me ayudaste hace días, ahora es mi turno de hacerlo. —Emily me sonrió y me animo a subirme a su auto.

Suspire resignada, no tenia nada mejor que hacer, y tal vez ahora podría despejarse un poco. El viaje a la pequeña cabaña de Emily fue bastante reconfortante, me es muy fácil hablar con ella.

—Entonces ¿Qué es lo que perturba tu pequeña mente? —Preguntó Emily mientras la ayudaba a guardar sus compras.

—Es un gran drama. —Suspire y pensé en una forma de resumirlo. —Básicamente me enamore de mi mejor amigo, quien esta enamorado de otra chica, un poco sosa y sin personalidad si es que puedo decir.

Emily simplemente lanzo una risita al escuchar lo que dije.

—El punto es que me declaré y el idiota me mando a la sister zone. —Eleve mis brazos dramatizando todo. — Y para acabar me preguntó si seguíamos siendo amigos. ¡¿Puedes creerlo?!

—Vaya situación tienes aquí. —Emily suspiró, a pesar de ser un conflicto amoroso, nunca superaría el suyo. —Ese amigo tuyo realmente no esta valorando lo que tiene frente suyo, ya veras que pronto se dará cuenta del error que cometió.

¡Lo sé! Al menos tengo un poco de comprensión femenina. —Se consoló.

—Siempre que me encuentro estresada preparo postres, tal vez te pueda ayudar. —Emily le sonrió. —Además los chicos no tardaran en llegar.

—Nunca he intentado hornear algo, así que será algo bastante nuevo. —Asentí en dirección a la azabache.

Ella asintió y empezó a explicarme todo lo que debía de hacer, por suerte tenia un delantal extra para que no me manchara mi ropa.

Entre risas y unos cuantos errores de mi parte, metimos la mezcla al horno y a esperar a que estuvieran listos, entre lo que pasaba el tiempo charlamos un poco más para llegar a conocernos más.

Nunca habia tenido una conversación tan larga con alguien de mí mismo sexo.

—Parece que los chicos ya llegaron. —Dijo Emily al escuchar varias voces bastantes ruidosas y unas cuantas carcajadas.

—Entonces este es el ejercito que alimentas. —Dije divertida al ver a Sam Uley, Paul Lahote y a Jared Cameron entrar por la puerta de la pequeña cabaña de Emily.

—¿Ejercito? Emily ¿Quién es la inquilina? —Alcé una ceja ante el extraño apodo de Jared.

—Samira, vaya sorpresa verte por estos lados. —Sam me sonrió y saludó.

Al menos él es el único que tiene modales y saluda como una persona normal haría. Después se fue a besar a Emily y beso con delicadeza cada una de sus cicatrices, son tan lindos juntos realmente.

—¿Samira Reed? ¿Qué haces aquí? ¿Acaso tus amigos te abandonaron? —Paul Lahote intentó provocarla.

Por lo que sabia él y su hermano no son los mejores amigos, no se que habrá sucedido entre ambos, pero los dos se odian a muerte.

—¿Tienes algún problema con eso?

—Paul...—Le advirtió Sam, a lo que el muchacho simplemente suspiro frustrado y se fue a sentar.

Ayudé a Emily a sacar los cupcakes que habíamos preparado, y debo de decir que están deliciosos.

—Emily eres grandiosa, ¡están deliciosos! —Young simplemente le sonrió agradecida. —¿Y qué más hacen además de saltar del acantilado?

Le pregunte al grupo de hombres que estaban sentado en la mesa. Los tres simplemente intercambiaron miradas.

—Somos una secta que secuestra lindas chicas como tú. —Jared sonrió con galantería.

No pude evitar soltar una enorme carcajada. —Entonces están haciendo mal su trabajo. Los aplastaria si sólo se acercan a mí. 

 —¿Quieres intentar? —Paul se levantó de su asiento y se acercó a mi. Sam miró con una dvertencia al chico, pero este lo ignoró.

Sonreí confiada, mi padre me habia entrenado en defensa personal, porque según él es mejor prevenir que lamentar.

Paul me atrapó en un abrazo de oso, aunque por un momento me desloque ya que tenia una temperatura corporal mucho más alta de lo normal. 

Regresando a mis cinco sentidos, reuní fuerza en mis brazos y manos para presionar uno de los nervios de la muñeca de Paul y despues le di una vuelta a su mano para que al fin me soltara. Este se vio bastante sorprendido cuando logré safarme de su agarre. 

—¿Cómo...?

—¿Sorprendido Lahote?—Me burlé de su expresión. 

Sin embargo él no era el único sorprendido, sino que todos los demás estaban sorprendidos.

—Bastante Reed,  si que sabes pelear. 

—Es sólo una maniobra que mi papá me enseñó. —Les dije intentado restarle a mi hazaña, ya que todos seguían viéndome incrédulos.

Por suerte fue Emily quien los sacó de su estado de sorpresa ofreciendo más cupcakes. Después de una pequeña charla me despedí de todos y decidí regresar a casa con un mejor estado de humor. Habia algo que si la habia dejado un poco sorprendida, a pesar de los tontos rumores los chicos sin camisa de la reserva son mucho más agradables de lo que una vez llegó a pensar.

Habia salido con el corazón roto, pero ahora al menos sabe como cocinar Cupcakes tan deliciosos como los de Emily.


Elastic Heart (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora