触手 ᵀᵉⁿᵗᵃᶜˡᵉˢ[Taekook]

|第八|⁸

Sentía la vida escapar de sus manos, sentía su alma dejando su cuerpo. Gritaba con todos sus fuerzas pero de boca no salía sonido alguno, nadie lo podía escuchar.

Nadie lo estaba escuchando, nadie lo iba a escuchar nunca más. Sintió el dolor en su pecho, respiró por última vez y se dejó arrastrar hacía la oscuridad de la muerte. Se dejó acariciar por las sombras del inframundo mientras gritaba sin que la voz saliera de él, frustrado e impotente.

Muerto, Jeon Jungkook había muerto.

Taehyung sacó sus tentáculos del cuerpo, observó la palidez del cadaver debido a toda la sangre que había perdido. Tomó con ambas manos el rostro inerte del humano y sonrió acariciando ambas mejillas, se acerco para besar aquellos labios. No le importó la sangre, al contrario, la saboreó con deleite. Se separó y sintió como el alma del joven habia sido despojada del cuerpo.

—Mi pequeña perla, se que dije que dormirías por toda la eternidad pero mentir se me da tan bien.—Taehyung nadó llevando el cuerpo del menor hacía el otro extremo del lago, rodeado de grandes árboles y algunos arbustos, siendo ésta el área más oscura del lago.

Un ruido, uno de los abustos se movía levemente, Taehyung no le dio importancia puesto a que ya sabía que era. Escuchó el gruñido de aquel ser creado por la naturaleza y la observó.

Una ninfa de piel pálida como la nieve y un cabello negro cómo la noche, su aura y belleza era única, era curioso que aquella ninfa siguiera en el bosque luego de tantas décadas, ellas solían huir del mal. Taehyung rió al verla, sus ojos demostraban odio puro y notó las lágrimas que surcaban sus mejillas.

—Amy, Amy, Amy mi querida ninfa de la noche. ¿Qué te trajo a mi lago? He matado a la última ondina que quedaba aquí hace unos meses, no se quien entraría a este lugar.—Kim se movió mientras sus tentáculos seguían sosteniéndo el cadáver del jovencito.

—Has matado nuevamente, llenado el lago de sangre inocente. En mi bosque, en mis tierras. Criatura inmunda del inframundo, odiarte no puedo por tu maldita belleza pero te aborrezco.— la ninfa se acercó temerosa a la criatura y vio el rostro del humano, lo conocía, era aquel niño de la aldea que poseía un jardín de flores. Cuidaba la naturaleza tanto como a las personas, la esencia de la mujer se estremeció.

—¿No deberías huir del mal? Las ninfas son sumamente inteligentes pero creo que esa norma se saltó contigo querida, ¿Dónde esta tu medio de escape? Tu puerta dimensional. Anda, huye de mí.

—Prometí que me quedaría en el bosque para ahuyentar a la gente que entraba a mis tierras, estoy harta de ver como la vida de los humanos acaban al entrar aquí.

Taehyung dio la vuelta divertido, uno de sus tentáculos intento enroscarse alrededor del cuello de la ninfa pero ella lo detuvo, sostuvo el tentáculo con lo suficiente fuerza para que este se empezara a marchitar, la criatura siseo de dolor. Se alejó a una distancia prudente.

—Veo que sigo siendo incapaz de tocarte, una lástima. Estoy por comer, deberías irte, siempre que me ves comer terminas en mal estado. Vete.

Kim tenía que apresurarse, el cuerpo empezaba a colocarse frío y los labios de Jeon se encontraban azulados. La ctiatura nadó hasta el centro del lago, asegurándose que la molesta ninfa hubiera acatado su orden. Colocó el cadáver del menor en el agua, los ojos de Taehyung se volvieron negros como dos carbones, pero su figura más humana seguía presente.

—Señor del inframundo, escucha muy bien mis palabras. Te ordeno que devuelvas el alma que he raptado a su cuerpo, detecta sus males y ha de curarlos. Spell margarita, quia peccator. —el agua del lago brillo repentinamente, la rama de los árboles se sacudían con fuerzas. Dejó al humano flotando en el agua, se veía reflejado en aquellos ojos apagados.— Arranca su vida, tuercela y amarrala a mí. Rompe, repara y mejora lo que veo, hazlo oh, por mi. Su amado ciervo.

Taehyung sonrió al ver como la luna fue tapada por espesas nubes negras, la magia que habia arrebatado hace décadas antes le funcionaba en el presente. El aire se heló y creyó ver el lago congelarse, volteó la mirada al ver como el cuerpo del humano era arrastrado hacía el fondo del lago con prisa por muchas sombras, el lago brillaba en un azul intenso, le traía recuerdos.

Recordaba cuando fue condenado.

—Oh Jeon Jungkook, no te libraras de mi tan fácilmente. Volveré a traerte a la vida cuantas veces quiera, te mataré de todas las maneras que se me ocurran, serás mi trapo de juguete. —el hombre rió amargamente mientras veía el cuerpo en el fondo del lago contorsionándose.— Ataré tu mente a mí, como he hecho con tu cuerpo y alma, mi preciosa perla.