|第十一|¹¹

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Beomgyu corrió hasta donde se encontraba el lider Kim, aún tembloroso al haber sido testigo de como Jeon Jungkook, el joven que toda la aldea amaba y había dejado un gran vacío, miraba con odio a Namjoon.

Choi jamás en sus veinticinco años, había observado una mirada tan vacía pero al mismo tiempo tan cargada de sentimientos, estaba muy confundido y no entendía que ocurría. ¿Había sido un espejimos? ¿Magia negra? ¿Qué mierda habia pasado?

—¡Es Jungkook! —Heensuk, su pequeño hermano corrió hacia la entrada del bosque, el chico no pasaba de los catorce años, Beomgyu volteó preocupado y la mayoria de los niños habían presenciando la escena, miró a Namjoon en busca de respuestas pero solo veía su mirada perdida y las lágrimas rodando por sus mejillas.

Estaba ausente, pálido como un pergamino o la cera de la más pura vela.

Los niños habían empezado a correr en dirección al bosque pero sus madres fueron tras ellos, aterradas. Aunque nadie dijera nada, las antiguas leyendas de la aldea pesaban sobre sus hombros y desde la desaparición de Jungkook habían enviados numerosos jóvenes en su busqueda pero solo volvían unos cuantos con vida.

—¿Qué fue eso?—Beomgyu tomó con fuerza la túnica del lider Kim, las madres corrían a las cabañas para acostar a sus hijos, los ancianos rezaban y en el cielo una tormenta se formaba. Sacudió el cuerpo del hombre y cerró los ojos cuando su puño impacto en el rostro del contrario, quien finalmente reaccionó.

Su cuerpo tenía leves espasmos y se dio cuenta que la mayoría de los jóvenes lo miraban expectantes. Negó mientras tapaba su rostro, sus pesadillas se habían hecho realidad. Se levantaba a mitad de la noche sobresaltado tocando su cuello, sus sueños eran protagonizados por el cadáver en descomposición de Jungkook quien desgarraba con sus dientes y manos su garganta y comía sus entrañas minutos después.

—Un fantasma.—soltó con un hilo de voz mientras se alejaba de los jóvenes, miraba el suelo alerta sentía la bilis subir por su garganta y los latidos de su corazón resonaban en sus oídos. ¿Eso había sido real? ¿Había sido Jeon?

—Fantasma mis cojones, lider Kim. Todos vimos a Jungkook, por dios hemos vivido toda nuestra vida con él ¿Cree que no lo reconoceriamos? —Mau Thai miraba con molestia a Namjoon, la joven no pasaba de los diecinueve años  y su larga cabellera rubia estaba trenzada con cuidado. Sus rasgados ojos bañados del color miel dándole un aura algo exótica junto a su carácter fuerte.

—No te alteres. Mau Thai, esa no es manera de hablarle al lider de tu aldea ni a nadie.—Beomgyu respiró profundo cruzándose de brazos, miro a Namjoon que seguía de espalda a ellos.

Desde que Jungkook desapareció se veía tan distinto al lider que conocían, culpable de algo pero Choi no quería averiguar el motivo. Sentía que tenía algo que ver con Jungkook, las ropas del joven quedaron el cabaña el día que desapareció. ¿Quién se iría desnudo por allí?¿Quién se llevaría a Jungkook?¿Por qué? Al menos que se llevarán un cuerpo, que lo hayan asesinado en la aldea o desterrado.

Una leve lluvia se hizo presente y todos elevaron el rostro preocupados, no era época de lluvia. Namjoon caminó hacia su cabaña ignorando a los jóvenes, los temblores de sus manos eran notorios. Hongbo la prometida de Beomgyu se dio cuenta de ello.

—Cariño, creo que algo le ocurre a Kim. —Choi chasqueo su legua sintiendo la ira inundar su cuerpo, definitivamente Kim Namjoon sabía algo. No se quedarían de brazos cruzados mientras Jungkook podría estar allí afuera.

—¡Namjoon! —su grito llamó la atención entre la lluvia que se había vuelto torrencial en la aldea, las antorchas se habían apagado y la única iluminación eran los rayos de las grandes nubes.—Te respeto, como un gran lider y descendiente de la familia Kim, quienes han hecho crecer esta aldea pero ahora, justo en este momento, no me quedaré aquí como tú corriendo a mi cabaña como un animal herido que va a su refugio. Iré al bosque, encontraré a Jungkook y descubrire que mierda esta ocurriendo aquí.

Los demás jóvenes se quedaron en silencio, eran alrededor de cuatro personas sin contar a Mau Thai, Beomgyu y su prometida. Mantenían su postura firme, la lluvia los mojaba y el frío empezaba a calar hasta sus huesos pero lo ignoraron. Lo ignoraron por que sabían que si Jungkook realmente estaba vivo lo estaba pasando peor que ellos.

—Si cruzan la barrera con aquel bosque, no se atrevan a volver a estas tierras si es que salen con vida de aquel laberinto. No esperen que su pueblo y gente los reciban con los brazos abiertos.—Namjoon se dio la vuelta, su pulso estaba disparado y apretaba sus puños, ¿Creían que iban a poder salir siquiera de allí? Que ilusos eran.— ¡Adelante, vayan hasta las fauses del infierno y ardan en el! —gritó con furia acercándose a ellos con paso rápido, las venas de su cuello sobresalían.— Pero escuchen muy bien esto, no rezaremos por sus almas, no tendrán lugar alguno en nuestras ceremonias y estarán totalmente desterrados.

Beomgyu sintió las lágrimas deslizarse por sus mejillas junto la helada agua de la lluvia aquellas palabras calaban profundamente en su mente y pecho mientra elevaba su rostro. Soltó una ligera risa.¿Esperaba algo diferente? Realmente no, se acercó hasta un cobertizo y saco varios arcos y flechas, le tendió a su prometida una pequeña hacha y a los demás diferentes cosas que podrían serles útiles.

Todos se mantenían en silencio pero afectados, desterrados. Habían sido desterrados por intentar salvar a uno de los suyos, bien, si Namjoon quería eso, lo tendría.

Mau Thai tomó una daga y se acercó al lider de la aldea jalando su cabello y colocando el filo contra la garganta del hombre alertando a todos. Choi los detuvo y les señalo que se quedaran detrás de él.

—Ahora escuche esto, Kim Namjoon. Si llegamos a morir apareceremos en sus sueños más retorcidos y juro por mi fallecido padre que yo misma le cortaré la garganta de largo a largo mientras duerme. No tendrá idea si sobreviví o no, vivirá con la incertidumbre de no saber si al cerrar los ojos al dormir será la última vez que lo haga.—la mujer hizo un pequeño corte y lanzó al hombre al suelo, su túnica roja se manchaba con el lodo y sintió los pies de la chica pisotear la tela de esta antes de escupirla.— Apartir de ahora, que nos ha dado la puta espalda. Puede olvidarse de la paz en la aldea, cuando nuestros hermanos y familias pregunten por nosotros.—comentó aguantando las ganas de llorar con todoas sus fuerzas pensando en su hermanita que tan solo tenía once años y su madre. Pensando en todo lo que los demás dejarían atrás.— ¡Quiero saber como le dirá a nuestra familia que nos desterró por ser un jodido cobarde!

Aquel grito fue acompañado por una patada en el rostro del hombre y un gran resonar por todo el lugar, los trueno cada vez se hacían más fuertes.

Beomgyu abrazó a su prometida y besó su frente antes de sonreirle débilmente.  Debían entrar al bosque antes de que la tormenta empeorara, caminó lentamente hasta donde estaba Mau Thai y la abrazó, la chica sollozó ocultando su rostro en el cuello del joven, aferrándose a él con el alma adolorida.

Todos se alejaron de aquel lugar dejando al lider de su antigua aldea tirado en el lodo, golpeado y sollozando. No soportaba más nada de aquello, no podía seguir aguantando tantas muertes ni tanto sufrimiento. Cerró los ojos dejando que la lluvia intentara llevarse todos sus errores.

—Perdóneme. Por favor.

 Por favor

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触手 ᵀᵉⁿᵗᵃᶜˡᵉˢ[Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora