Mas allá de la vida (Finalizada)

"Alma testaruda"

Al rededor de la media noche Yibo dormía profundamente cuando un alma curiosa y sorprendida se hacia presente, el chico camino hacia la cama y miro a aquel hombre que dormía tan plácidamente, pensó en lo que había ocurrido antes, no lo había imaginado, le hablo a el, lo miro a el ¿Podría ser posible? ¿Que había sucedido?, había habitado por quien sabe que tiempo en aquel lugar, había visto pocas personas entrar y desalojar aquel lugar y también había visto como otros llegaban con una nueva mudanza, había hecho el intento de que lo escucharan y que lo vieran pero sus intentos fueron fallidos, dejandole ver que el estaba solo en ese espacio entre el cielo y el inframundo, se arrodillo frente a la cama viendo fijamente a aquel chico dormido.

"Así que puedes verme"...- Susurro y con cuidado levanto su mano hacia el rostro de Yibo, su ojo estaba cubierto con un mechón, sabia que era imposible pero aun así lo intento, con la punta de su dedo lo acerco al mechón, logrando moverlo.- "¿Que?"...- Se asombro.- "¿También te puedo tocar?"...- Sonrió.- "Por lo visto eres alguien especial"...- Hizo un puchero.- "Lastima que seas tan antipático"...- Recostó su cabeza de la cama y observo con mas detenimiento el rostro de Yibo.- "¿Por que ha sucedido esto?"...- Volvió a sonreír.- "No importa" ..."Lo aprovechare"..."Es aburrido no tener con quien hablar"...

Aquel fantasmal chico estaba decidido a intentar probar si lo que había ocurrido no se trataba solo de una confusión, estaba entusiasmado, el saber que finalmente alguien lo veía y escuchaba lo animaba, por un tiempo estuvo encerrado en aquel lugar sin saber la razón, no podía salir de allí se encontraba confinado en un lugar que ni siquiera conocía, no sabe cuanto tiempo ni porque, pero esta vez tendría la oportunidad de no estar ni sentirse solo.

A la mañana siguiente Yibo se despertaba bien temprano mirando su móvil y lanzando un suspiro al ver los mensajes de su madre quien seguía insistiendo que platicara con su padre, Yibo no deseaba hablar con el señor Wang, no era que detestaba a su padre pero debido a su pasado el sentimiento de afecto era mínimo, se suponía que era el hombre que lo cuidaría y lo protegería de hacerse daño pero en cambio fue quien mas daño le causo, se levanto de la cama y camino hacia el baño deteniéndose frente al tocador para cepillar sus dientes.

- ¡Buenos días!...- El chico fantasmal aparecía tras el.- ¿No te asuste cierto?...si es así lo lamento...

-...- Yibo seguía lavando sus dientes viéndose a si mismo en el espejo.

- Sabes...quiero disculparme por lo de ayer...- El chico se detuvo a su lado.- Hable demás...pero solo porque pensaba que no me escuchabas...

-...- Yibo seguía su rutina con normalidad.

- ¿Me estas...me estas escuchando?...- El chico llevo su mano frente al rostro de Yibo y la agito pero este ni se inmuto.- ¿Sera que...no me ve?

-...- Yibo camino hacia la ducha y empezó a desprenderse de la ropa.

- ¡Cielos!...- El chico se sobresalto.- ¡Oye! ¡Oye! Hay alguien mas aquí...- Le grito pero no obtuvo respuesta, en cambio Yibo empezaba a desprenderse de sus pantalones.- ¡Es todo!...me largo...- El chico se avergonzó y desapareció.

- Pensé que no se iría...- Yibo susurro metiéndose a la ducha, llevo sus manos a su rostro con fustracion.- ¡Maldita sea mi suerte!...no de nuevo...

Una vez que tomo su desayuno Yibo se preparaba para salir camino a su nuevo empleo, se paseaba por el lugar tomando las cosas necesarias cuando volvía a aparecer aquella presencia, el chico quien antes había salido huyendo al ver a Yibo casi desnudo esta vez se paseaba tras el probando suerte, tratando con todas sus fuerzas que lo notara, pero al parecer era fallido.