Súbito - YunBin

Capítulo 10

La intensidad de la mirada de Hanbin estaba comenzando a crear estragos en mí. Boqueé un par de veces, intentando responder sin saber exactamente qué decir a eso.

—No tienes que decir nada, Sunshine. Lo único que quiero es que estés seguro –Dijo mientras se encogía de hombros, desvió su mirada hacia otro punto mientras metía las manos dentro de sus bolsillos.

Podía sentir el golpeteó de mi corazón contra mi pecho aumentar de velocidad, sentía que algo dentro de mí iba a explotar pero no estaba seguro de qué era.

Me coloqué el chaleco pero no podía apartar la vista del nombre, incluso delinee las costuras con cuidado, como si fuese a romperse en cualquier momento. No estaba seguro por qué pero necesitaba ver la reacción de Hanbin, alcé la vista solo para encontrarme con la mirada de Hanbin clavada en cada uno de mis movimientos.

Hanbin carraspeó un poco al darse cuenta que fue descubierto y no pude evitar sonreír.

Abrió la boca una vez más pero antes que pudiese decir algo mis brazos rodearon su cintura. Pude sentir que Hanbin se tensó unos segundos antes de relajarse y estrecharme cerca.

—Gracias –Susurré y me aferré a su chaleco.

—Cuidare de ti, Sunshine.

No respondí, solo le abracé con más fuerza y Hanbin respondió de la misma manera.

Estuvimos así un par de minutos, nada más parecía importar en ese momento pero la puerta de servicio fue abierta en ese preciso instante.

Un carraspeó llamó nuestra atención.

Ambos dirigimos la vista hacia la puerta. Era Jaewon. Mierda.

Dejé de abrazar a Hanbin en cuanto me percaté que quién había salido a nuestro encuentro era Jaewon.

Hanbin suspiró pesadamente mientras se giraba enfrentar al pelinegro frente a nosotros. Su semblante era serio.

—Jaewon –Murmuró Hanbin.

Jaewon rodó los ojos.

— ¿Tienes idea de la maldita hora qué es? –Jaewon se acercó a Hanbin y le empujó ligeramente– La fiesta comienza dentro de poco y justo hoy decides llegar tarde.

Jaewon estuvo a punto de empujarle de nuevo pero Hanbin le detuvo, tomándole de las muñecas.

—No me toques los cojones, Jaewon. No estoy de humor.

—No lo haría si hubieses llegado a tiempo.

Entonces Hanbin bufó en respuesta y se adentró a Darkness, dejándonos a Jaewon y a mí solos.

Jaewon bufó mientras se cruzaba de brazos.

—Imbécil –Murmuró y se dirigió a mi entonces–. Yah, ¿cómo soportas su culo malhumorado?

—De la misma forma que los chicos soportan el tuyo –Me encogí de hombros.

Jaewon volvió a bufar, intentando ocultar una sonrisa.

Nuestra relación había mejorado lo suficiente como para poder bromear de esta forma, anteriormente Jaewon me habría golpeado por esto. Ahora somos amigos... pero quizás lo había estropeado.

Se giró en dirección a la puerta murmurando un «mocoso irrespetuoso».

—Jaewon –Le llamé, se giró a verme–. Lo de hace unos momentos, no es lo que parece...