Kimura es un estudiante de preparatoria con un objetivo claro, formar parte de una pandilla de yankees para recobrar el legado establecido por el primer líder, su hermano mayor hace muchos años. A pesar de sus esfuerzos, no logra superar la prueba d...
Esta es la historia de un hombre que se convirtió en el mejor líder de los yankees.
Muchos se preguntarán, ¿qué es un yankee? la respuesta es muy sencilla, un yankee es una persona como yo. Soy Kimura Kimimura, lo reconozco, mi nombre es bastante llamativo como fácil de recordar. Por esa razón mi madre lo escogió, solía decirme que haría buenas obras, era importante que mi nombre quedara en el recuerdo. Ella siempre fue muy humanitaria, sin embargo no compartíamos la misma forma de ayudar a las personas que lo necesitaban. Yo soy un líder, así como lo fue mi hermano mayor.
Fundó una pandilla hace aproximadamente veinte años, la que se mantuvo gracias a sus seguidores. Al principio se encargaban de proteger a los débiles, aquellos adolescentes perdidos en su vida escolar, los que eran presa fácil para los bravucones. En otras palabras, protegían a los inadaptados sociales sin motivos de serlo. Intentan convivir en un mundo que los rechaza por ser quienes son: débiles, sensibles y frágiles chicos vírgenes.
La adolescencia, imagínense mi suspiro después de decir esa palabra. La adolescencia... esa etapa suele ser muy difícil y sin un respaldo extra, se vuelve un infierno.
¿Les ha sucedido alguna vez? Mirar para atrás y ver lo patéticos que fueron cursando la secundaria. Estoy seguro de que sí, les gustaría regresar en el tiempo y vivirlo de nuevo con tal de cambiarlo. Si piensas eso, tal vez también necesitabas ser protegido, pobre débil, sensible y frágil chico virgen.
Retomemos el asunto de mi hermano, a pesar de los objetivos iniciales, con el correr de los años, a sus seguidores los invadió algo que hasta el día de hoy sigue manteniéndose, el orgullo. Sí dije orgullo, ¿pensaron que únicamente los samuráis luchaban por orgullo? Déjenme decirles que no.
Las pandillas de otras academias se vieron atraídas por este grupo y comenzaron a desafiarlos. Se reunían en las orillas del río,debajo de los puentes. Allí ocurría una masacre... una masacre a la ideología de mi hermano. Peleas, gritos de guerra desenfrenados, y lo más común, grandes gastos en el dentista. Pueden imaginar el resto pero les daré una ayuda, observen.
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Prosigamos, todavía no les dije qué es un yankee. Los yankees son estudiantes rebeldes que obran en contra de las reglas impuestas. Somos inadaptados sociales pero a diferencia de las víctimas de abuso, decidimos serlo. Tomamos la decisión de entorpecer nuestro camino hacia una oficina, a hacer proyectos y cálculos sobre la economía del país, entre otras cosas que realiza el 88% de la población promedio, en protesta de las injusticias de la vida escolar.
Existen ciertas características que te ayudarán a reconocer a un yankee. El cabello rubio, como el mío, la expresión tensa de enojo, como la mía, el cabello alto perfectamente peinado, como el mío, una vestimenta desgastada, como la mía y las cicatrices de guerra, vendajes, moretones, como los míos. Pero hay un aspecto que me diferencia de los demás, uno que se fue perdiendo con el tiempo. No utilizo la violencia sin una razón que la respalde y es sencillamente por un motivo, mi hermano mayor no aprueba la violencia innecesaria.
En resumen, ahora que comprendieron como soy y por qué soy el mejor líder... aunque en realidad aún no llegué a esa parte, no se apresuren. Mi historia comienza siendo un cúmulo de fracasos, desde mi iniciación, la que tardó varios meses en ser aceptada.
Sean bienvenidos a las memorias de un yankee que terminó de despedirse de su cabello dorado. ¿Quieren saber la razón? Pues, es un completo misterio.
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Está bien se los diré, acabo de casarme con...
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