—Voy tarde, te cuento luego, adiós.
—Salió corriendo de la habitación, me quedé con la tremenda duda de nuevo. Me recoste, pero en su cama, me di cuenta por que algo en la almohada me golpeó la cabeza. La saque del lugar y era un diario, pero tenía un candadito.
<<¿Debería leerlo?>>
Me levanté de su cama y busque que usar para esa noche. Saque una camiseta azul grisácea y unos jeans negros.
Puede que llevará poco tiempo en la ciudad, pero lo suficiente como para saber a dónde llevarla. Karry era una chica que se conformaba con todo, pero por todo lo que pasó quise darle algo que realmente le gustaría. Antes del anochecer salí a buscar un pequeño ramo de sus flores favoritas, los lirios, y un regalo que la ayudará a realizar lo que más le gusta.
''Lirios''
Cuando llegué de comprar, aún no salía de su reunión. Aproveché en bañarme y vestirme para ir a buscarla.
30 minutos después...
Una vez terminé, fui al club de arte, me asomé y no estaba ahí. Pensé en ir a buscarla en el club de ocultismo pero tenia un mal presentimiento.
Al ver por la ventana sólo había una extraña chica arrodillada de espaldas con un tipo de daga en la mano izquierda y en la derecha llevaba un libro. No pase mucho tiempo en verla hasta que ella sola se cortó una muñeca, deje de mirar pues me dieron ganas de vomitar, mientras frotaba mis ojos sentí que alguien me observaba, levanté la mirada y por la ventana se reflejaba a alguien detrás mío.
—Karl, es malo espiar a los demás. –esa voz tan dulce me tranquilizó, pero no la reconocí.
—Si si, lo sé. –volteé pero no había nadie. Caí de rodillas al suelo y tomaba mi cabeza jalando mi cabello.
— Luego de un rato la chica salió, pero no tenía ninguna herida.
—¿Qué haces aquí? Es malo espiar a los demás –su voz sonaba igual a la que escuché hace rato. Me levanté, le pedí disculpas y decidí por irme. Ella me tomo de la mano y dijo —¿Cómo te llamas?
—Soy Karl. –mi voz sonó cortante. Pero por dentro estaba asustado.
—Yo me llamó Juleka. Ahora si quieres ya vete, te perderás tu cita. –me quede en shock.
¿Como sabía de eso?
Salí corriendo hacía la habitación y en el pasillo me encontré a Karry. Ella se veía feliz pero a penas me vio su sonrisa se borró de su rostro. Se acercó a mí rápidamente.
—¿Que te paso? –dijo, su cara reflejaba preocupación.
—Acabo de presenciar algo paranormal o no sé... Hablemos de eso en nuestra salida de amigos, tengo un obsequio para ti. –dijo para tranquilizar me.
—Voy a ponerme algo lindo, mientras enseñame que me compraste. –dijo entrando, en eso, cambio su semblante de preocupación a sorpresa.
—¡Taraaa! –estire mis brazos a los lados para emociomarla.
—¡Lirios! Son mis favoritos, ¿como sabías? –decía mostrando una gran sonrisa.
—Pues tienes muchos dibujos de ellos en las paredes. –dije de manera sarcástica frunciendo los hombros. Ella emocionada se dirigió al regalo que estaba en su cama. Apurada en abrirlo se dio cuenta de que su diario no estaba en su lugar.
—¿Leíste mi diario? –pregunto sin dirigirme la mirada.
—No, no, no, no, ¡noooo para nada! Te lo juro siempre e respetado tus cosas. –dije acercándome a ella.
—Esta bien. También tengo algo para ti. ¿Ves la cartulina que está en mi mochila? Tomala, hay algo que te gustará. –dijo sonriendo.
Cuando tome la cartulina, me sentí emocionado, al abrirla me encontré un dibujo espectacular. Era el de mi anime favorito, Shingeki no kiojin. Estaba a lápiz.
—¡Me encanta!, ¿como supiste que me gustaba tanto ataque a los titanes? –ella estaba en el baño.
—Una vez me hablaste de eso, y te vi muy emocionado cuando me contabas la trama y así. –gritaba desde ahí. En su cama había un vestido negro y un collar. Me di cuenta de que el regalo que le di estaba aún cerrado. Ya eran las 8 en punto. Ella salió del baño y volvió a entrar con su ropa.
Hora actual: 8:00 P. M.
Fecha actual—¿Abrirás el regalo que te di? –pregunté.
—Siiiii, me imagino lo que es por la forma. –dijo mientras sonaba su secador para el cabello. Tardó mucho en el baño. Pero al salir me sorprendió.
—Te ves muy linda –le dije dándole el regalo.
—Gracias – dijo sonrojada, tomando su regalo. Cuando lo abrió, sus ojos se dilataron tanto como cuando me habló de su plumón punta pincel. Se emocionó demasiado, movía sus manos y sonreía.
—¿Te gusta? –pregunte haciéndome el tonto, era una caja de 100 súper tips. Plumones para que dibuje o haga lettering.
—¡Karl, Me encantan! Siempre los quise, ¿como hiciste para costearlos? –me sentí satisfecho con que le gustará, y respondía a todas sus dudas.
—Encontré una tienda con productos del extranjero, tenía dinero guardado para cuando mi padre lo necesitará, pero tranquila, ahora si, señorita –me incline y le ofrecí la salida de la habitación, ella sonreía avergonzada. En la emoción me di cuenta de que Juleka estaba al final del pasillo observando nos. Me asuste, y nos dirigimos fuera de la universidad.
—Karl, ¿estas bien? –dijo ella.
—Si si, tranquila, vamos al centro comercial, ¿te gustaría ver una película? –pregunte cambiándole el tema.
—Me parece perfecto, hay una película de terror que se estrenó hace un par de días. –decía mientras tomaba un taxi.
Una vez ahí, compramos las entradas, ella me insistió en pagar la suya. Pero yo le compre todos los dulces que deseará.
—Karl que emoción, pasame las palomitas saladas, odio las dulces. –dijo haciendo a un lado esas. Ella se quedó con los ositos de goma, los chocolates y su soda. Yo tenía los nachos y sus palomitas dulces. La película comenzó pero en eso me llegó un mensaje de google noticias.
De última hora.
Se han reportado casos de zombies, así como lo oye, un vídeo fue publicado por un chico en Texas, donde una criatura aparentemente con heridas de gravedad, descuartizaba a un hombre con sus propias manos de manera irreal, el vídeo se hizo viral en pocas horas. Aún no esta confirmado nada, pero deben estar atentos a los casos de posibles evacuaciones en el país.—Karl, ¿que haces? No puedes estar con el celular aquí.
—Es que me llegó esto –le mostré el celular y ella sólo se rió.
—Por favor, sabes que eso es solo ficción. Es farándula para ese chico, seguro está metido en su habitación como un ermitaño editando más vídeos. –no parecía tomarle interés a eso, pero cuando apague el teléfono para guardarlo, me di cuenta de que a mi lado estaba Juleka.
—¿Que carajo? –susurré. –Juleka, ¿nos estás siguiendo?
¿Por qué me está siguiendo? —Se que te estás preguntando qué hago aquí, pues fácil, interrumpiste mi conjuro y resulta que la influencia del más allá me obliga a que sea tu guardiana. Soy médium y vidente, ahora, lo de los zombies no es broma.
—Estas loca. –dije ignorándola.
—Eres tú el que está escuchando voces en su cabeza. –volteé y no estaba, al parecer nunca estuvo a mi lado.
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ESTADO: MUERTE (Editando.)
Science FictionKarl, es un joven de 18 años quien por circunstancias económicas y apoyo a su padre decide embarcarse a la ciudad de Los Ángeles, California, dejando todo lo que amaba. Mucho tiempo después de largo estudió, empezaron a reportar casos de personas co...