Solo Eres Tú

CAPÍTULO 5

Andrómeda

Recuerdo cada una de los detalles de esa tarde, pero en especial a él. Cerré mis ojos y solté un largo suspiro, ni modo la vida tiene que seguir y con eso me levante de mi cama. El día de hoy comenzaba mis clases en la universidad, soy estudiante de Literatura, amo los libros siento que solo en ellos puedo ser yo misma. Por esa razón, también trabajo en una librería, es el sueño de todo lector estar rodeado de miles de libros, poder tocarlos, olerlos, ¡es el paraíso!

- Andrómeda apresúrate o llegaras tarde – gritó mi amiga Adara desde el pasillo. Vivo en un apartamento con mis dos mejores amigas, bueno en realidad, con mi mejor amiga Charlotte, y mi alma gemela Adara. Son las personas más increíbles y sinceras que he conocido. Hemos pasado por muchas cosas juntas y nunca nos hemos separado. Estudiamos en la misma universidad, Adara estudia dibujo técnico ya que es una gran artista; Charlotte está en el programa de Educación Especial, ella es del tipo de personas que le gusta ayudar aquellos que en verdad lo necesitan.

Vivo en un apartamento al Oeste de Central Park, una buena zona si me lo preguntas, pero esa es la ventaja de tener padres empresarios y como ya no soportaba seguir viviendo en el mismo techo con mis padres decidí mudarme, no me malinterpretes amo a mis padres es solo que ellos nunca han tenido tiempo para mí su única hija, son de los padres que piensan que el dinero lo puede comprar todo: tiempo y amor. Crecí en una gran mansión llena de lujos y todo lo que una persona puede desear, sin embargo, lo que yo más quería es que mis padres me dedicaran más de su tiempo y amor, pero no siempre lo tienes todo en esta vida. Es por esa razón, ahora soy de esas personas que si tienen la oportunidad de ayudar y demostrar a las personas lo que significan para mí lo hago. Quiero que mis hijos crezcan sabiendo cuanto los amo y significan para mí.

Me levanto en dirección al baño, tomo una ducha y me preparo para un nuevo semestre de clases. Luego de unos minutos salgo de mi habitación con mi mochila lista para irme. En la cocina están mis amigas preparando el desayuno.

-Buenos días – saludo y tomo asiento en una de las bancas del desayunador.

-Buenos días, lista para otro semestre – me dice Adara, y colocando un plato con tocino, huevos y tostadas.

- Claro, ya quiero saber que libros son los que vamos a leer este periodo – dije con una gran sonrisa en mi rostro.

- ¿Siempre piensas en libros, Andrómeda? – me pregunta Charlotte, lo cual me hace reír un poco. Si, tengo bibliomanía, siento que si no leo o tengo un libro me volveré loca y mi humor es pésimo, muy fuerte, no.

- ¿Qué prefieres que sea una adicta a las drogas o al alcohol?, mi adicción es la única que produce un bien al ser humano – dije concentrada en mi plato.

- Solo digo que deberías vivir un poco más, hacer más amigos, conseguirte un novio o yo que sé, pero no estar todo el día en tu habitación leyendo libros de fantasía o lo que esa mente enferma tuya lea – dijo Charlotte y no pude evitarlo comencé a reírme de ella.

- Mente enferma dices, Charlotte todas aquí sabemos que la mente sucia y enferma eres tú – dije

- Apoyo eso – dijo Adara levantando su mano.

- Yo no soy así – dijo Charlotte haciendo una mueca de ofensa.

- Si como no, entonces me puedes decir porque encontré toda la Saga de Pídeme lo que quieras en tu habitación – dije levantando mis cejas sugerentemente.

- Yo tú me sugeriste esos libros – se defendió.

-Si, pero yo admito ser quien soy y mis gustos – dije con aires de superioridad.

- Me encanta este tipo de conversaciones para el desayuno, y estoy de acuerdo con Andrómeda, debes de aceptar quién eres Charlotte, nosotras nunca te juzgaremos – dijo Adara con una sonrisa en su rostro.

- Saben que, será mejor que nos vayamos se nos está haciendo tarde – y sin más Charlotte se levantó y salió de la cocina. Dejándonos a Adara y a mi riéndonos. Tengo que admitir que hacer bullying a Charlotte es uno de los mayores placeres del mundo, pero conste es bullying con amor. Cuando terminamos de reírnos tomamos nuestras cosas y salimos con rumbo a la universidad.