"Hicimos un Trato" Minific Susana

¿Hacemos un Trato?

"Heredera Sobrevive a Envenenamiento"

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"Susana Marlow, Pierde la Cordura y Agrede de Muerte a su Prometido"

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"Sentencia Indulgente a la Ex Actriz"

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"Susana Marlow, Culpable de Intento de Asesinato"

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Este, entre otros fueron los encabezados que estaban en boca de todos, la noticia de que la rubia había perdido la cordura fue especulado como estrategia para librarla de la cárcel. Tras un par de operaciones y varios meses de rehabilitación, Albert se siente en paz al ver como la enfermera empuja una silla de rueda cerca del coche donde espera, esa sonrisa que le dedica la mujer que le llega hasta sus esmeraldas.

          -Nos vamos a casa pequeña

        -Albert... me gustaría pero...

        -Hahahaha... pequeña, deberías ver muy bien en el interior del coche

La rubia inclina su torso, cuando una sonrisa le da la bienvenida, es entonces que su corazón late en paz.

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Grita y grita de nuevo, nos despertamos por la mañana

Tratamos de seguir adelante. Pero el ciclo comienza de nuevo.

Empieza de nuevo.

Una mujer vestida de negro es dirigida por uno de los pasillos del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York, varias habitaciones están ocupadas, lo intuye por las voces que escucha al pasar cerca de ellas; se detiene frente a una puerta y observa por la ventana de cristal, la paciente está sentada bien presentable con su camisa de fuerza...

          -Déjame en paz... ¡Aléjate de mí!

         -¡Vengo a cobrarme querida!

El hombre se encuentra parado frente a ella, su aspecto es temible, Susana no es capaz siquiera de verlo a los ojos por el asco; viste completamente de negro y una capa hecha tirones, desprende un aura maligna y putrefacta, la piel arrugada y ulcerosa parece que se cae a trozos, sus ojos están rojos y sus dientes parecen puntiagudos, listos para rasgar la carne.

          -¡No me toques! Aaahhhh me haces daño... nooo

Susana se sacude, tira patada, grita desesperada cuando siente que sus garras se introducen en su pecho y le estrujan el corazón

          -¡Doctor! Por favor ayúdela, mi hija está gritando

Corriendo se acerca el médico mientras que el caballero que la acompaña abre la puerta, intentan sujetar mientras le administran un sedante. Así llega el final del trato que Susana había hecho con el extraño.
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           -¡Qué suerte tiene la maldita huérfana! Mira que al final resultó ser que Susana está loca... ufff si yo pudiera...

           -Disculpe madame ¿Le interesaría un trato?

El caballero vestido de blanco sorprende a la pelirroja, quien le devuelve la sonrisa al hombre misterioso de pie frente a ella.