Venganza.

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Porque ni siquiera quiero ser nada... He perdido la cabeza esta última vez

Entonces, ¿adónde vamos desde aquí?

Porque no puedo hacer que todo desaparezca.

He tratado de ser lo que tú querías.



Una joven de cabellos rubios observa a través de la ventana a las aves cantar muy ajenas al mundo y sus calamidades, es verano y siente el agobio del cambio de temperatura, todas las tardes debe ir al hospital para poder realizar los ejercicios de rehabilitación, necesita acostumbrarse a su prótesis lo más pronto posible, de esa manera podrá acompañar a Terry a las fiestas que es invitado.

El joven actor se comporta de manera agradable, siempre la visita por las mañanas, ha accedido a casarse y está deseosa de que llegue ese día. Sueña constantemente con el momento que esté frente al altar y el cura los bendiga como marido y mujer, la tome en sus brazos y la bese.

Aunque él sea muy complaciente y acepte de buena gana lo que le dice Susana, a veces le da la sensación que es un muñeco vacío sin sentimientos ni emociones, aunque aún está cegada por la ilusión de saberlo suyo, siete meses y sigue siendo suyo. Mientras camina de regreso a su casa, divisa a Terry al otro lado de la acera, sorprendida por el encuentro inesperado le hace señas con su mano libre para que la vea y se acerque, por lo que no se había percatado que otro hombre se ha puesto a su lado.

          -Te veo muy bien querida... no pensé que durara tanto tiempo el engaño

Un escalofrío estremeció cada fibra de su ser, reconocería esa voz tenebrosa en cualquier lado sin duda alguna, su espanto se acrecentó cuando al girar su rostro se encuentra con un hombre de ropas oscuras, su rostro tiene arrugas que se acumulan una sobre otra de manera repugnante, sus ojos negros desprenden maldad

          -Que... ¿Qué haces aquí?

          -Dejarte bien en claro que conmigo no se juega... hicimos un trato, no sé si te recuerdas, eres muy temeraria pasando de él olvidando hasta qué punto soy capaz de llegar

La rubia lo observa furiosa, su pánico le dice que ese monstruo no miente

          -Por más que me mires de esa manera las cosas no cambian, si hierves del disgusto, evapórate, porque un trato es mucho más que un contrato, si este no se paga y el plazo se termina, tengo la satisfacción personal de cobrar como mejor me plazca

Se posiciona detrás de Susana, con esas manos que le cuelgan los pellejos y garras putrefactas la sujeta para que vea el momento cuando Terry pone su pie sobre la calzada... da otro paso... un chirrido agudo... el claxon insistente y  encuentro inminente del castaño contra el capó de un coche

          -¡Noooo!

          -¡Cuidadooooo!

Presa del terror cierra los ojos, no quiere ver cómo él vuela por los aires, con posibles lesiones de muerte y ella sin poder hacer nada; por lo que no se percató quién era la otra persona que había gritado y acudido a su auxilio... la risa tenebrosa del hombre en su oído le erizó la piel a punto de romperle los nervios

          -¡Eres un infeliz! ¿Cómo pudiste quitarme a Terry?

          -Hahahaha no querida... lo que te voy hacer es mucho peor

Susana levanta la vista hasta donde se están aglomerando las personas en derredor de lo que sería el cadáver de Terry y ve... para su asombro y desgracia... una mujer de cabellos dorados rizados, ojos verdosos, vestida de rosa, cerciorarse que no tenga ni una fractura o golpe

"Hicimos un Trato" Minific SusanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora