Todo esto.. ¿¡Por Una App?

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"La estúpidamente ridícula App"

Realmente odiaba el amor.

En todo el contexto de la palabra.

Era irritante.

Era hartante.

Y sobretodo, era desgastante.

Ahg, realmente te odio Lee.

Mi mejor amigo era una persona para nada normal, aún así, nos las arreglabamos para llevarnos bien.

Y todo el martirio que estoy sufriendo ahora es por su culpa.

Si el no me hubiese descargado esa estúpidamente ridícula App

Si tan solo yo no le hubiese hecho caso.

Si entonces yo decía no, mi vida seria tan pacífica como lo era hace unos meses.

Y si, todo empezó con esa estupida App que esta de moda y que todos conocemos en el 2019.

Tik Tok

Si, vaya nombre de mierda.

En resumidas cuentas, lo que sucedió fue esto.

Prepárense para escuchar la historia de amor más ridícula y dramática que jamás hayan oído en sus vidas.

Y si, pueden echarme la culpa a mi, o a Lee, o tal vez al creador de esa App.

En fin, todo paso así..

Estados Unidos, Cleveland, 09 de mayo del 2019

-¡¡Neji!! - saludó efusivamente el azabache

Rode los ojos con pereza y me acerque a el, lo saludé.

A pesar de estar en diferentes salones los lunes, en los recreos en se convertía en un chicle.

Y lastimosamente, yo era la bota a la cual se pegaba.

-Hola, Lee - nos sentamos en una de las mesas de la cafetería

-¡Neji! ¡¡A que no adivinas quién me habló en Historia hoy!! - hablo entusiasmado

-¿Sakura? - pregunte mientras intentaba comer mis bolas de arroz

Consecuencias de ser japonés.

-¡¡Noo!! - dijo el negado con los brazos y cabeza -¡¿¿Como crees??! -

-¿Quien, Lee? -

-¡¡Tenten Amma!! -

-¿Y esa? -

-¿No la conoces? - me pregunto extrañado

-No sé, tal vez la conozco de vista - admití

-Aja, - bajo su cabeza y comezó a devorar su hamburguesa, luego la levantó tan rápido que dio miedo -Nujo ¿tunus tuktok? - hablo con la boca llena

-Lee, ya lo hablamos -

El asintió con la cabeza y tragó, -Si, si, si, Neji, lo siento - se disculpó -A lo que me refería, ¿tienes Tik Tok? -

-No.. - primer error -¿Que es eso? - jamás debí preguntar eso

El salto, se llevó la mano al pecho indignado y tomo mi celular, puso el patrón, y empezó a teclear.