Vi a papá

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-Buenos días- me recibió Niall cuando entré a la cocina.

-Buenos días- conteste seca.

-¿Cómo dormiste?- dijo apartando la vista de su plato.

-Igual que todas las noches.

-Oye, de verdad siento mucho haberte golpeado, me siento muy mal, eres como mi hermanita y me duele saber que te puse una mano encima.

Lo ignoré abriendo el frigorífico.

-¿Me vas a ignorar por siempre? Si lo vas a hacer, voy a morir, ¿sabes? Al menos perdóname- dijo divertido y sonreí.

-Te perdono, Niall- él me abrazó y me dijo que nunca me iba a golpear de nuevo.

-¡Elizabeth!- gritó Camil- ¡Elizabeth, ven a ver esto!

Corrí hasta la habitación de Camil pero nos encontramos en la escalera con los chicos y ella susurrando algo.

Alzó su IPhone para que viera lo de la pantalla. Mi cuerpo se paralizó cuando visualicé que la estaban llamando... Decía "Segundo papá", mi padre le estaba llamando a Camil. La llamada fue directo al buzón de voz.

-¿Estás bien?- preguntó Louis preocupado.

-¿Qué si estoy bien? Dios mío, mi padre esta vivo y no tengo la menor idea de cómo carajos encontrarlo.

Nadie dijo nada más y el tono de llamada de Camil interrumpió el silencio.

"Segundo papá"

Corrí escaleras arriba y le quité el teléfono a mi mejor amiga. Contesté temerosa y me llevé el teléfono a la oreja. No dije nada.

-Ho... Hola- contesté dudosa. Nadie contestó, solo se oía una voz que presentaba algo... Oí que el señor gritó el nombre de mi padre y unos gritos ensordecedores al fondo- ¿Papá?

Colgó y volteé hacia los chicos.

-¿Y bien?

Solté una lágrima y me la sequé lo más rápido que pude.

-No dijo nada, solo se oyó un presentador gritando el nombre de mi padre y luego gritos.

-¿Gritos? ¿Gritos asustados?- preguntó Zayn.

-No, como si lo animaran, como si... Esperen, las voces producían eco... ¡Sé donde está!

Giré rápidamente el pomo de la puerta principal y corrí con todas mis fuerzas, oí que Camil y los chicos gritaban mi nombre y luego el auto de Camil apareció a mi lado.

-¡Sube!- gritó Liam pero lo ignoré ya que delante de ellos yacía una muy larga cola de autos, iba a perder mucho tiempo.

-¿A dónde vas?- preguntó Harry.

También ignoré eso y aceleré el paso, encontré una bicicleta, me subí y viajé por las calles hasta dar con el lugar.

El sudor corría por mi frente y mi cuello, podía sentir cómo los nervios se apoderaban de mí. El sonido de la muchedumbre gritando y el olor a sudor me recordó mi niñez.

-¡Dale duro!- gritaban.

Llegué a la ola de gente que estaba ahí y me adentré a ella.

-Lo siento... Disculpe... Con permiso...

Al fin llegué a la primera fila, si daba un paso más, podía morir golpeada.

Casi pierdo el control del equilibrio y me sentí un poco mareada al ver el rostro de mi padre doloroso y golpeado, sangrando y babeando. No solo era verlo así, sino también verlo a el.

Tambaleé un poco cuando nuestras miradas se encontraron, sus ojos reflejaban sorpresa y miedo. Se levantó del suelo y corrió hacia el lado contrario a donde yo me encontraba.

-¡Papá!- grité corriendo hacia él, pasando el círculo- ¡Espera!

Los gritos de la gente cesaron y las miradas se encontraban mirándome.

-¡Quítense de mi camino!- gritó él, oír su voz hizo que me tambaleara y que cayera al suelo. Me froté la frente con la mano y me levanté, cuando me puse de pie, lo perdí de vista.

-¡Maldita bola de gente!- grité cuando me empujaban hacia el círculo.

Iba a sacar mi teléfono para llamar a Camil cuando llegué al centro. Ahí estaba un señor grande, el que estaba golpeando a mi padre. Estaba en una pelea clandestina. Una pelea a muerte.

-¡Nos quitó a nuestro contrincante!- gritaban las personas.

-¡Arránquenle el vestido!

-¡Vete, niñita!

-¡Ese vestido te resalta!

-¡Esas curvas!

El sonido de un balazo calló a la gente, volteé mi cabeza al lugar donde se oyó el balazo y ahí estaba mi padre con una pistola en mano. Me miró y lo miré confundida, él había huido de mi. Le hizo una seña al señor que estaba a mi lado y él me llevó fuera del lugar, donde la gente no podía verme ni gritarme mi tocarme.

-Gracias- dije agradecida, él solo hizo una señal de asentimiento y se fue. Llamé a Camil y me vinieron a buscar.

La sobrina de Simon CowellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora