Annabeth era una fanática de los libros. No podía estar más de un mes sin leer uno, mientras que Percy siempre había preferido la película.
Un día (en el cumpleaños de Annabeth) Percy no sabía que podría regalarle para su cumpleaños...
Cuando una idea fugaz cruzó por su cabeza
Cuando la rubia llegó a su cabaña, encontró sobre su cama una nota que decía con letra prolija un "Como no sabía que regalarte, decidí que a partir de este momento hasta las 00.00hs estarás sola, sin que nadie te impida leer, tranquila; puedes elegir de entre los libros que tienes, o de los libros que dejé sobre tu cama"
La rubia no salió de su cabaña hasta el otro día, cuando le pegó a Percy y le dijo que le gustaba más el regalo que le había dado el año anterior.
Percy no entendía, hasta que recordó que el año pasado, él le había dado de regalo de cumpleaños un día que era total y úniamente para ellos dos.
Recordó que sólo había estado con Annabeth... Y sonrió como idiota pensando que ese había sido el mejor regalo que le podría haber dado a la rubia