Nico caminaba tranquilo por el campamento, su mente vagando entre distintos y demasiado variados pensamientos; ¿cómo estaría su hermana en el campamento? ¿Debería volver al campamento Júpiter?
Pero sobre todo...
¿Habría otro catástrofe? ¿Los Dioses se enojarían nuevamente con los mestizos? ¿Y qué hay de los Titanes? ¿Gea?
Nico era un hijo de Hades. Si algo salía mal, solamente debía ir al Inframundo, él estaría a salvo, al igual que su hermana.
Ella, salvaría a Frank, seguramente. Los demás semidioses, bueno, no dejarían que los vencieran fácilmente.
El único que realmente preocupaba a Nico, era el hijo de Apolo, Will.
Es decir, ese chico era un ángel. Estaba seguro que no lastimaría a nadie, y ya bastante mal había salido cuando se enfrentaron al Campamento Júpiter.
Le aterraba pensar que algo malo le pasaría.
Le aterraba demasiado.
~
Will Solace estaba siguiendo al hijo de Hades desde que salió de su cabaña, preocupado por el bien estar del morocho.
Le llamó, sonriente. Corrió hasta él, únicamente obteniendo como respuesta un "¡Piérdete Solace!"
-Oh, lamento haberte molestado..-murmuró, enredando sus brazos en la cintura del menor, depositando un suave y breve beso en pálido cuello de Di Angelo.
<<Lo odio>> pensó Nico, cubriendo su rostro con ambas manos, intentando ocultar su sonrojo. <<Lo odio tanto, ¿por qué debo amarlo tanto?>>
Qué ternura de pareja, ¿no creen?
