El diablo sigue vistiendo de rojo (Juliantina G!P)

Megan

Megan enseguida le echó en cara la mentira que había soltado, obviamente había cambiado, de eso se dio cuenta en el momento en que los chicos del pueblo pasaron de evadirla a ir detrás de ella. Ya podía ser mucha coincidencia cruzar sus caminos nuevamente, más cuando le explicó que su padre, Rick Greene compró parte de las tierras a su tío Beltran, así que ahora su rancho en Pecos era vecino de donde vivía su hermano Lucke:

— Y no me puedo creer la cantidad de hijos que ha tenido tu hermano— hablaba sin parar esa chica, más que la misma Juliana Valdés que se dedicaba a sonreír, asentir con la cabeza y a beber, eso ya era decir— en un principio pensé que se trataba de un rancho donde iban los niños de veraneo al estilo campamento y ¿Qué hay de ti?— frunció el ceño y recordando el lugar donde se habían cruzado— ¿qué haces en el hospital? ¿Es que estás mala?

— No— respondió apoyándose en la barra— mi hija pequeña— se corrigió, pues Julia tenía la misma edad que Valeria— una de mis hijas pequeñas

Megan chasqueó los dedos:

— ¡Ah! Es verdad, al final te casaste con Liah ¿No?

— No— dijo con indiferencia dejando pasmada a Megan— ella se casó con Lucho y yo con otra mujer.

Miró hacia la barra y terminó lo que la quedaba de cerveza, en otras circunstancias lo hubiera dicho bobalicona y con ojos brillantes. Simplemente estaba agobiada por la situación en la que se encontraba, hasta el punto de querer que se abriera un enorme agujero debajo de sus pies y la tierra la engullera:

— ¿y tú?— quiso cambiar el tema de conversación, ya que estaba previendo que la haría el tercer grado— Si se han mudado a Pecos ¿qué haces aquí?

Megan dejó escapar un suspiro con pesadez:

— Pues buscábamos un veterinario para que trabaje en el rancho y como mi padre es así de tiquismiquis aceptó el CV de uno de aquí— Juliana dibujó media sonrisa— Le dije, "Padre no, que los de la ciudad piden mucho dinero" pero no hizo caso, él ha acabado en el hospital con una intoxicación por un taco en mal estado y encima sin veterinario ¿conoces alguno?

— Me ofrecería, pero me mudo a Los Angeles— torció el gesto mientras intentaba recordar si en su agenda había algún colega de facultad— pero si conozco de alguno, te lo hago saber

Megan volvió a mirarla desconcertada:

— Pero ¿no estudiaste administración o algo por el estilo? Como Liah

— Sabes que desde pequeña amaba los animales, opté por sacarme la carrera de veterinaria también

Megan se apoyó en la barra, mirando a la vaquera con una sonrisa de oreja a oreja:

— Siempre pensé que acabarías como Diego, viviendo en el campo— Juliana ladeó la cabeza— incluso con lo cabezota que podía ser Liah, pensaba que la convencerías, no imaginaba que te harías a la ciudad

— Y no me he hecho— reconoció en voz alta— Pero aquí está mi familia...

Megan que era muy familiar y confiada, más tratándose de alguien con quien había pasado gran parte de su infancia y adolescencia, pues posó la mano en el brazo de la vaquera e iba a proponerla que hablara con su mujer, ya que había pueblos muy extensos que ofrecían los mismos comercios que una ciudad pero cuya arquitectura era más rustica, pero antes de que saliera algún tipo de sonido, se escuchó otra voz más gélida:

— Y precisamente aquí está tú hija— La vaquera se puso tensa y se alejó un poco de Megan— que está a punto de salir— Valentina miró a la otra vaquera y la ofreció la mano para estrechársela— Soy Valentina Valdés la esposa de Juliana