⚡💭Dia N° 1⚡💭

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Yo Giovanni.

Estaba en una camilla en la habitación 369 de el piso para pacientes con Coronavirus.

Me encontraba en estado grave, no tengo familia, mis "amigos" no eran amigos como mencione antes.

Y en realidad casi no soy de amigos.

Viví y crecí careciendo de amor, en todo aspecto.

Me sentía excluido, lo que sentí toda mi vida, en realidad.

Entró una enfermera, con un cuerpo y rostro perfecto, lo que yo considere perfecto, en ese entonces.
La veía detrás de todo el traje blanco, y su rostro parecía bonito con el casco y el barbijo.

- buenos días, Giovanni - sonrió

- buen dia, hermosa - tartamudeando, medio dormido.

- hace una semana que estás acá, y creo que desde el ataúd seguirás siendo morboso y cargoso - rió girando sus ojos

- Claro que sí, cariño, eres hermosa, y para serte franco las rubias son un tipo de debilidad -

Ellas lamentablemente estaban acostumbradas a mi trato tan estúpido.

Se me acercó a la camilla me tomo la presión, escucho mis palpitos, me dio mis 8 pastillas diarias.
En resumen sobreviví esa semana a base de pastillas.
Me hizo levantarme y sentarme en mi sillón.

- ¿Como amaneciste hoy? - dijo quitando las sábanas de mi camilla

- Bastante, mejor eso creo... - contesté

- ¿Sigue con el mismo cansancio? -

- No, de hecho deseo salir a caminar -

- Ya mañana podrá salir a caminar seguramente -

Me estaba sentando mientras entraron dos mujeres más, eran enfermeras también.

La que robo mi atención era otra rubia.

La rubia llevaba el traje de enfermería desprendido en cambio la otra llevaba solo a la vista su pollera, ambas llevaban el barbijo, no se les veía en absoluto la boca.

- uuuuh... con toda esa belleza, rubia - excame sarcástico

- jajajajaja por los cielos, basta por favor - sonrió la rubia

- pero mi corazón ¿no querés venir a cambiarme las sábanas de mi cama todos los días en casa? - le pregunté mordiendo mi labio

- ¡ay basta! - entre risas contesto

- la verdad dudo un poco que con el estado de su salud vuelva a ver su casa - contestó seria Beatrice, esa mujer rara que estaba de extra en la habitación junto a las dos atractivas rubias

- no lo decía por usted, se le coquetea a las bonitas, no a las de su tipo - dije viéndolo de arriba hacia abajo.

No me interesa de él todo mi vida, pero dolió un poco ese comentario.

- basta Bea - dijeron sus compañeras

- es un poco de ironía, no seas tan amargada por favor - dijo la rubia riendo

- por los cielos, eso ni irónico es, es patético estar en el estado calamitoso en el que está este hombre y aun así tener esa personalidad estúpida para tomarles el pelo a el personal de enfermería - giro los ojos mientras leía la planilla con mi diagnóstico

- no le den atención, definitivamente es una amargada -

Todas rieron menos ella, que solo me miraba por encima de sus lentes.

💙Mi CARTA 💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora