2: The Band

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En un centro comercial en el distrito, se encontraba una librería donde había una inmensidad de libros para escoger. Yun Hee estaba concentrada buscando algunos en una sección especializada; sin embargo, todos parecían ser tan útiles para ella que no sabía por dónde empezar.

Su tía había optado por quedarse en una de las pastelerías que habían visitado primero —donde compró un postre para comer más tarde en casa— debido a que recibió una llamada urgente del trabajo; le dijo que fuera a la librería mientras tanto, así ahorrarían un poco de tiempo.

Le había parecido una buena idea en aquel momento, sin embargo, ahora no podía decidir qué libros comprar. La opinión de su tía le habría venido bien para esta situación; recordaba que su mamá le había dicho que su hermana mayor se destacaba por ser buena estudiante.

Entonces tuvo una idea: prioridad. Se enfocaría en los libros cuyos temas sabía que en este semestre iba a desarrollar, según la información que le habían dado semanas atrás al procesar su matrícula. Con esa idea en mente, fue mucho más fácil; rápidamente ya había seleccionado cuatro libros de diferentes cursos. Continuó buscando alguno más, por si acaso, cuando su celular vibró en su pequeño bolso.

En la pantalla bloqueada, se destacó un mensaje de parte de su tía:

Tengo que ir a un lugar, no me voy a demorar mucho. Te llamaré cuando regrese.

Eso la había sorprendido. Al parecer, el trabajo de su tía era más demandante de lo que ella sabía, para que un día antes de que termine su permiso, ya la estén requiriendo.

Le escribió un mensaje de respuesta y se lo envió. Luego guardó su celular; no quería retenerla, aunque esperaba que no se tardara mucho porque no sabía a dónde más ir luego de terminar con los libros. Había pasado tanto tiempo desde que estuvo en un lugar tan concurrido. Debido al permiso que su tía tenía del trabajo, siempre había estado a su lado en cualquier lugar al que fueran. Al parecer se había acostumbrado a depender de su compañía, eso no era bueno, puesto que ahora comenzarían sus clases y su tía volvería a trabajar a tiempo completo; tenía que ser un poco más independiente ahora.

Finalmente se decidió a solo comprar los cuatro libros que ya había elegido antes, así que fue a pagar por ellos a la caja. Con la boleta en su mano y un agradecimiento a la que la atendió, Yun Hee salió de la librería con los libros nuevos en una bolsa. Miró a su alrededor, a las personas saliendo y entrando a las tiendas, otras caminando en dirección a las escaleras automáticas para bajar a la segunda planta y otras dirigiéndose hacia el ascensor. Pensó un momento sus opciones, viendo la hora en su celular, notando que solo habían pasado unos diez minutos desde que recibió el mensaje de su tía. Visitó varias tiendas de ropa y accesorios, pero nada llamaba su atención luego de treinta minutos más. Un poco cansada y sintiendo un poco de bochorno, se dirigió a las escaleras automáticas que la llevaban a la salida del centro comercial. Pensó que sentarse en una de las mesas exteriores de la cafetería que se encontraba a una calle sería una genial idea, pediría algo para beber y se relajaría mientras esperaba el regreso de su tía, por ello le escribió en mensaje para avisarle que estaría ahí.

Cuando salió del mall, el aire refrescó su estado de ánimo de inmediato, algo que fue un alivio. Era un poco más de las 5 de la tarde, así que en el cielo ya se vislumbraba el ocaso. Eso le encantaba: ni tan oscuro y ni tan iluminado o radiante; pronto pensó en algo más para dibujar.

Se dirigía a la cafetería, cuando recordó aquel local: Hace aproximadamente un mes, una chica que repartía folletos le entregó uno donde promocionaban un concierto de bandas de rock, grupos de baile y cantantes solistas en un lugar que se encontraba a solo unas calles, según se deducción. Había pensado asistir varias veces, pero siempre se encontraba insegura de hacerlo porque no conocía a nadie y temía sentirse sola. Aunque pensándolo mejor ahora, no importaría tanto lo último porque el propósito por el cual iría sería ver y escuchar a los que se fueran a presentar; conocer a alguien sería lo de menos y, en todo caso, sería una distracción para admirar todo.

Getting to know himDonde viven las historias. Descúbrelo ahora