Sociopath © → South Park.

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Incomodo...

Esa era la palabra que la pobre albina sentía en estos momento, caminar por los pasillo era extremadamente solitario, sin Alexis su autoestima estaba en peligro hasta el punto que cualquier palabra la haría derrumbarse. Las miradas que le daban los demás era algo... Repulsiva.

Aunque intentará ignorarlo era imposible por casi... Mejor dicho todos la miraba como si hubiese visto a un fantasma salir del mas allá y eso que entre nosotros estaba el anticristo.

Simplemente porque del cuello al hombro estaba vendado de manera sobre rxagerada ya era una cosa y ella no era que fuese algo de otro mundo si se podría decir.

—¡¡Tu!! —Ignorando al chico frente suyo siguió caminando —¿A donde crees que vas perra?

—Suéltame.

—Ni te creas ¡¿que demonios haces aquí?! Porque no estás con ese bastardo pelirrojo lejos de aquí —grito Cartman quien retenía a la fémina donde se encontraba la herida.

—No lo volveré a repetir... Suéltame.

Las personas simplemente solo miraban la escena en frente ellos esperando que la albina perdiera el control como el pelirrojo, en cambio fue todo lo contrario... Como si no fuese la misma persona de ante la albina no parecía ella misma y como no serlo si la persona que provocó todo esto intentaba retenerla.

—Oye culo gordo que no te das cuenta que la estas lastimando —grito Kyle mirando como la fémina intentaba retener las lágrimas que estaban apunto de salir.

—Cierra la maldita boca judío de mierda!!!

Y sin esperarlo un puño detrás de la cabeza de la albina golpeó al gordo que solto a la chica.

—Que mierda!!

—Sueltala —La albina miro detrás suya para encontrarse al rostro de un chico de ojos azules como la noche y sobre su cabeza estaba un chullo de color azul cualquier chica con la hormona alborotada estaría en las nubes, pero [Nombre] no era cualquier chica ella era diferente.

—Vamos te llevaré a la enfermería —dijo el de chullo azul agarrándole el brazo a la fémina junto a su grupo dejando a un furioso Cartman diciendo blasfemia.

Eric Cartman... Cometiste el peor error de tu vida. Yo [Nombre] me encargaré de que tu reputación y todos los que te rodean se alejen de ti. Pensó la albina con ojos demenciales.