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Louis tenía 4 meses de embarazo por lo que se le complicaba aún más cuidar a sus pequeños mellizos Leonard y Darcy. Harry su esposo solía llegar más tarde, se enojaba fácilmente con Louis, no le prestaba atención a sus pequeños, que hacian cualquier cosa por llamar su atención, sin embargo estaba ausente, pensaba en algo más al llegar a casa o en alguien más.

Louis había estado teniendo sus dudas durante meses, negando cada lágrima, cada que le preguntaba al rizado este le decía que estaba loco, por que desconocía que Louis sabia lo que había estado haciendo durante ya mucho tiempo, por que cada vez que lo llamaba bebé sabia que no era el único.
El ojiazul sabia por que su esposo había estado tan inaccesible tanto tiempo, evitandolo a el y a sus hijos y su pregunta siempre era la misma. ¿Qué había hecho mal?
¿No era suficiente?
Lo había hecho darse cuenta de su miedo más profundo.
Mintiéndose y destrozándose.
Estuvo soportando todo ese dolor hasta que se cansó, hasta que decidió que no era sano seguir así.
Un día en cuanto Harry salió a trabajar, Louis tomo dos maletas llenándolas con su ropa y la de sus pequeños, hizo el desayuno, levanto a sus pequeños los vistió y decidió que era momento de irse, de ocuparse de él y de sus pequeños, de dejar sus preocupaciones atrás, de buscar su bienestar.

De dejar a Harry.

He marched far beyond my reachDonde viven las historias. Descúbrelo ahora