rubio ploblematico

II

Narra Shikamaru

Al día siguiente tuve misiones casi todo el día, alrededor de las 9:00 finalmente llegué a casa para sentarme.  Me desplomé en mi polvoriento sofá marrón.  Es demasiado problemático limpiarlo.  Me acuesto allí por un momento, disfrutando del cómodo silencio.

Hasta que mi estómago decidió recrear la indignación en las elecciones de Trump.

Suspirando, me puse de pie nuevamente y me dirigí a la cocina.  No había comida en el refrigerador, así que revisé los armarios polvorientos.  De nuevo.  Demasiado molesto para el polvo.  Al igual que la nevera, también estaban vacías.  Supongo que papá se encontraba demasiado cansado para ir a la tienda.

Agarrando mi chaqueta gris, me dirigí al lugar de comida rápida más cercano.  Que resultó ser el de Ichiraku ...

Narra Naruto

Estaba hambriento.  Tsunade baa-chan me dio algo de dinero extra para comida este mes.  Pero cuando fui a comprar pan de la tienda, el dueño se rió en mi cara y me echó.  Tomando mi dinero, entre otras cosas, en el proceso.

Aunque realmente no quería causarles más problemas. El zorro no puede curar el hambre, así que me dirigí a mi destino. Ichiraku.

Narra Shikamaru.

Levantando los Flaps hacia el puesto, metí la cabeza debajo.  Solo para ser golpeado por el fuerte aislamiento térmico en el interior.  Estaba vacío.  Aparte de Ayame y Teuchi-San.  Me sentí un poco desanimado por la falta de amarillo, supongo que tal vez inconscientemente esperaba enfrentar el tema de mis pensamientos, especialmente en su lugar favorito.

"Pediré un miso Ramen por favor Teuchi-San" solicité.

"¡Ah Shikamaru! ¿Has visto a Naruto hoy?"dijo Ayame casi en un gritó.

"Bien.  Yo ... erm.  Es solo que erm- escuché algo de conmoción antes, y no lo he visto desde entonces.  Así que solo quería saber que estaba bien.  Porque generalmente viene por aquí todos los días"me dijo demasiado rápido que casi no la escuché.  Pero por suerte para ella, mi cerebro funciona a un ritmo rápido.

Swoosh
me di la vuelta para ver quién había entrado detrás de mí, solo para ser visto por uno de los lugares más desgarradores que he presenciado.

Naruto

Sangriento, golpeado y restos de lágrimas en su rostro.  Su cabello rubio estaba manchado de sangre y suciedad, lo que lo hacía de un color casi marrón.  Tenía una mano levantando las cortinas y la otra frotando tímidamente su cuello.  Sonriendo, pero fue claramente forzado.

"Ne Teuchi-San, ¿crees que podrías ahorrar algo de comida? Te prometo que te pagaré cuando ..." los ojos rubios estaban cerrados.  Lo más probable es que no confíe en sí mismo para no llorar.  Me cortó la que realmente había preguntado sobre Naruto antes.  Ayame-San.

"¡Naruto kun!"  Ella corrió hacia él e inmediatamente apoyó su peso.

"Lo siento. Ayame-San, debo haber erm- tengo algo de suciedad en los ojos, no puedo ver nada".

"No te preocupes por eso".  Dijo guiándolo a la parte de atrás.  Lo seguí con cuidado.  Como no quería que Naruto fuera consciente de mi presencia, quería saber qué sucedió.  Y claramente no me lo dijo.  Pero tal vez les diría.

Pero aparentemente las morenas pueden ser tan problemáticas como los rubios.  "¡Oye! Shikamaru-San. ¿Podrías pasarme esa tela a tu lado por favor?"

Que lata.

Ante la mención de mi nombre, la rubia se calmó.  Se podría pensar que era catatónico.  Hasta que, de repente, se levantó de su asiento, Ayame lo había obligado a ponerse de pie, de pie frente a Shikamaru, como si pudiera sentirlo.

"¿Sh-sh-shikamaru?"  El ninja claramente en pánico preguntó.

"Sí, erm. Pensé que sería un lastre dejar que Ayame-Can te ayudara sola".

Los ojos del rubio se abrieron revelando sus ojos azul cristalino.  Pero no a los que estaba acostumbrado.  Estos eran más ... Vacíos.  Después de lo que parece un eterno silencio. El rubio comenzó a caminar en mi dirección. Mi corazón de repente se aceleró cuando puso una mano sobre mi hombro y me susurró al oído.

             "Olvida lo que viste"

Para cuando recuperé mis sentidos.  La rubia me había pasado corriendo.  Y fuera del puesto.

"¡NARUTO ESPERA!"

Corrí tras él por las calles de Konoha con una pregunta en mente.
                               .
                               .
                               .

              "¿Qué acabo de ver?"