Quédate en casa

41 0 0
                                    

QUÉDATE EN CASA

Tengo una extraña sensación, es como una turbulencia en medio de la rabia, la envidia y la impotencia. Cuando escucho a las personas decir "quédate en casa" sobre todo cuando lo dice alguien desde la piscina de su mansión caminando lento hacia el gimnasio. Sobre todo cuando las personas muestran esa vista inspiradora de jardines infinitos y aire puro desde un penthause en algún lugar del mundo. Sobre todo cuando tus hijos tienen una pantalla de cine para jugar play station y una cancha propia para jugar al fútbol. No es envidia, pues mi capacidad de anhelo no va más allá de poder salvar el día con alguna de las 'tres curvas' y pagar la pequeña habitación en donde vivo.

Lo peor de todo esto es que me siento enfermo, tengo los síntomas y debo salir a deambular por las calles para poder buscar algo que hacer. Me siento orgulloso de darle un sentido a mis manos, darles valía y con ellas sobrevivir para llevar el pan a mi boca.

Quedarme en casa para mí es un maldito deseo reprimido, ¡NI SIQUIERA TENGO CASA! Entonces, ¿quedarme en cuál casa? Es como si Michael Jackson me lo sugiriera desde "Neverland", su gran mansión hipotecada... Seguramente allí me podría quedar hasta viviendo. La verdad no me importaría tener que entregar mi preciada virginidad varonil para dicha situación.

Saben algo, y pensándolo bien, sí me quedare en casa. Mi hogar es el mundo, sus calles, su aire; lastima de corazón que lo único que pueda compartirles sea mi enfermedad.

ESCRITOS EN MEDIO DE LA PANDEMIA (covid-19)Where stories live. Discover now