Miré un comercial de televisión en mi pequeño tv de los años 90's que está estratégicamente ubicado sobre un chifonier el cual ahora los pelaos llaman dizque 'closet'... y digo estratégicamente porque ahorro espacio, pero lo primordial de esta ubicación y de cómo le saco su mayor provecho al aparato, es en la generación de calor dada su forma y sus complejas partes. El gran Tesla me hubiese dado un premio por encontrar la siguiente fórmula para acabar con las cucarachas.
Mi televisor 'barrigón' está hecho de tubos de cristal que se calientan y hasta chispean, eso lo he visto cuando miro por sus rendijas traseras buscando los actores en su micro-versión.
Ese calor es tan potente que los bichos que se refugian en la parte interior de mi arcaico guardarropa, no tienen más de otra que salir huyendo y es allí cuando placenteramente los puedo aplastar, ¡ah! Se me olvidaba, lo he comprobado al poder vestirme con total tranquilidad sin esperar que de un bolsillo saliera como Pedro por su casa una intrépida cucaracha ávida de fama ante los espectadores del transporte público.
La ventaja es que mi televisor es a color, hazte de cuenta que miras una pantalla pero tienes glaucoma en estado terminal y lo que allí puedes ver desde esa pequeña esperanza de luz, es una muy buena descripción de lo que proyecta mi barrigón
En fin, una chica en un yate en medio del océano y después de soltar una botella de vino dejándola caer bruscamente en una pequeña piscina de hielo plástica me decía que me lavara las manos. Imagine sus manos masturbando al piloto de aquella embarcación y mi cuerpo experimento una sensación como de temblor espontaneo, inclusive mencione la palabra "guacala" el evento me impacto tanto que inmediatamente corrí a lavarme las manos; En el corto transcurso que hay desde mi posición de ver tv al lavamanos más cercano pensé en aquella hermosa mujer y su necesidad imperiosa de no lavarse las manos, para que tendría aquella persona que ejercer tal acción si la pandemia no va a llegar hasta ese afrodisíaco paraje; Es más creo que aquella chica se dio cuenta de que el virus va enserio por una notificación en su iphone de esas que por más que uno se niegue a leerla, vuelve y aparece como poseída por un demonio.
La dolorosa ventaja que tengo en medio de esta calamidad es que nadie me da la mano, nadie me abraza, nadie me habla cerca, a no ser el casero que viene todas las noches a cobrar lo de la habitación y habla como escupiendo; Yo creo que él fue el que nos pego el virus.
¡Tranquilos, acá desde mi humilde posición , no creo ser un transmisor en potencia¡
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ESCRITOS EN MEDIO DE LA PANDEMIA (covid-19)
Short StoryEn estos tiempos en donde dios nos pide cuentas...Se levantan estas historias crudas, oscuras, reales en medio de la pandemia (covid-19)