Aun no entiendo que hago aquí, ¿por qué me adoptaron? Y más... ¿Por qué carajos tengo que soportar al animal este?
(-)
Esta historia no sigue ordenes cronológicos de la serie.
Tardó en actualizar.
Una historia con mucho relleno.
-estoy en una llamada genio, baja el volumen.-puse los ojos en blanco e hice caso.
-¿que fue lo que vio?.
-Una chica apareció.-dijo un sujeto.-habia un chico en el suelo, se chocó con uno de esos tipos.-señalo.-un tipo lo iba a golpear y apareció la chica, hico un escudo entre ambos de tierra.-me sorprendí.-luego los dos chicos se reconocieron, dijo un nombre... ¿Ka... Kami? No lo sé era raro.-me sorprendí.
Apague el televisor y negue con la cabeza, Kamille ya no iba a volver, no lo hará.
Narra Kamille.
Arrope a Leah.
-descansa amor.-dije besando su frente.
-Ma ¿donde está el señor J?.-pregunto y yo sonreí.
-¿donde lo dejaste amor?.-ella miró debajo de la cama.
-aquiii.-dijo sacándolo.-ma ¿es verdad que el señor J tiene el perfume de papá?.-rei.
Lo agarre y lo olí, me lleve uno de sus perfumes cunado salí y siempre que lavo al señor J se lo hecho, aunque ya se acabó y tengo que buscar otro.
-Si.-dije y se lo devolví.
-uhhh ¿así de rico olía papá?.-yo reí y acaricie su cabeza.
-a dormir enana mañana hay escuela.-ella asintió y abrazo al señor J.
-mami.-dijo y yo sonreí por qué ella no podía dormir temprano sin decirme algunas preguntas.-¿por el el "señor J" se llama "señor J"?.-rei a más no poder.
-Se supone que ambas señoritas estarían durmiendo.-dijo R apareciendo por la puerta.
-es que le tengo una pregunta a mi mami y quiero que responda.-susurro Leah, miró a R.-¿por qué te haces llamar R?.-pregunto y yo reí.
-una pequeña muy curiosa pero bien... Te lo responderé.-dijo y se sento en su cama.-no me gusta mi nombre, nunca me gustó, por el simple hecho que me lo puso mi madre, ella me abandono y me dejó con mi padre, luego me entere que se fue con un hombre al que si quería y crió a hijos que si quería, y que yo fui un maldito error.-suspiro.-¿cual es la letra que mas se repite en "error"?.-pregunto.
-La "R".-respondi.
-exacto, mi padre se llamaba Robert, yo me hacía llamar RJ, mucho antes claro está, pero cuando murió deje la "R" por qué fue por culpa mía, yo era el error, el pecado, me culpe por años hasta que Tessa me dijo que ella pudo ver la muerte de mi padre, no fue mi culpa.-dijo R.-por sierto me llamó Carolina.-dijo con una sonrisa.
-OH... ¿Te puedo llamar así?.-pregunto Leah.
-no.-respondio R.-R es mucho más COOL.-se fue.
-ya duerme enana.-dije, Leah negó.
-aún no respondes.
-tu le pusiste "señor".-dije y ella puso los ojos en blanco.
-bueno... ¿Por qué se llama J?.-pregunto haciendo que yo riera.
-no hagas esa cara, lo llame J... Por tu padre, por que el me lo dio.
-oh... Bueno ya me dio sueño.-se dio la vuelta.
Me acosté en mi cama, estaba apuntó de dormir.
-MAMÁ.-escuche la voz de Leah.
-no Leah.-la agarraron.
-SUELTENME, por favor.-se veía preocupada, mire mis manos, tenía sangre.
Abrí los ojos de golpe y me di cuenta de que ya era de día.
-ugh...-agarre mi cabeza, vi a Leah durmiendo, hacía frío y está niña tenía las cobijas en el suelo y la camiseta levantada.
La desperté y ella solo bostezo.
-arriba dormilona último día de escuela, de la semana ojo.-ella asintió, se tallo los ojos.
Ambas nos bañamos y luego nos vestimos.
-Hace frío mami.-estornudo.
-Leah.-dije.-cubrete.-ambas bajamos.
Volvió a estornudar.
-si no quieres ir a la escuela lo entiendo cariño pero no estornudos tanto.-dije y ella volvió a estornudar.-¿estas bien?.
-me duele mi cabeza.-dijo y yo suspire.
-Hoy no vas.-sali en busca de algunas plantas medicinales que tenía R en su huerto, volví y las puse en agua caliente.-esto bajara el dolor.-agregue un poco de agua fría.-tomalo.
Ella lo tomó e hizo cara de asco.
-puajj sabe horrible.-dijo y yo reí.
-Nunca dije que sepan a algodón dulce.-dije y ella me miró confundida.
-¿algodón dulce?.-pregunto.
-si mañana estas mejor te llevo a una feria de invierno para que conozcas el algodón dulce.
-¿pasaremos el día juntas?.-pregunto y yo asentí.-me voy a poner mi pijama.-dijo con una sonrisa.
Me puse un pantalón y una camisa grande.
-ya ni recuerdo la última vez que te vi con ropa ajustada.-dijo Beatriz y yo reí.
-la verdad, me gusta estar cómoda, esa ropa... No se, no es para estar en el campo.-dije sentando me en el sofá.
-vi que Leah amaneció enferma, la vi ir al baño para vomitar.-yo la mire.
-¿por qué no me dijo nada?.-pregunte.
-Cariño a penas dormías cuando nació, literalmente pasaste un año sin dormir, a sus dos años la pobre corría sin parar mientras tu caias en sueño, harta que un día hable con ella y podías dormir, no volveremos a eso, aparte solo fue una vez, te juro que si vomitaba por segunda vez si te avisaba.-yo suspiré.
-Bueno ya no vómito, solo esta estornudando.-dije.
-es que esa niña que se cree anda descalza, su pijama es muy veraniega, le voy a hacer otra.-dijo Beatriz.
-Ya pareces su abuela hablando de abuela ¿no vas a ir a ver a tu nieta?.-pregunte.
-Pelee con mi hija, disque te quiero mas a ti.-dijo Beatriz.-pero osea dime vive lejisimos, tengo que hacer muchas cosas, tu me ayudas, tu siempre estas para mi, en cambio mi hija se fue con su marido y me dice que tengo la culpa.-yo desvíe la mirada.-en serio ya ni la entiendo.-se cruzó de brazos.-estoy vieja y quiere que la visite todos los días ¿por qué no viene?.
-listo.-dijo Leah bajando las escaleras.
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