Monstruo//Jason Tood

54

No recuerdo mucho de esto, levante la mirada y me encontré con un hombre, este sonrió.

¿Qué es lo que pasó?.

Meses antes.

—Leah, hija, no vayas por ahí.—ella asintió.

—¿Qué piensas hacer?.—pregunto Isak.

—Cris encontró la nave, iré a enfrentarlo.—confese.

—¿¡Qué!? ¿¡Qué pasará con Leah!? ¿¡Qué le dirás a Jason!?.

—No me iré sin decirle, ya no soy una niña que escapa de todo.—me cruce de brazos.—Ire con Cristian, aclararé las cosas con ese señor, buscaré información, no sé... Tal vez me tome años... Pero quiero que Leah cresca feliz.—tome aire.—si esto termina rápido sería mejor.

—¿Cuándo se irán?.

—Cuando Cris averigüe todo sobre esa nave.

—¿Entonces...

—¿cuidarlas de Leah junto a Jason?.

—eso no sono muy heterosexual.—solte una leve carcajada.

—no te estoy pidiendo que beses a Jason.

—Tranquila, te lo dejaré a ti, ¿piensas volver con él?.

—ambos nos hicimos daño, no creo que sea lo mejor.—solte un leve suspiro.—¿qué opinas?.

—opino qué ya no son unos niños y deben hablar sobre las cosas, deben ser claros con el otro, hablar sobre sus sentimientos profundamente y... Y continuar sin importar los resultados, porque no funcionó tu mundo no terminará, ni el de él.

—tienes razón, pero... Es extraño. Aún amo y aprecio a Jason.

—y él también lo hace contigo.—apoye mi cabeza en la pared.

Mire a Leah, si alajeba a ella de mis pensamientos... La razón para estar con Jason serían mis sentimientos, pero lo sentía muy egoísta en estos momentos.

Durante todo el día estuve pensando en eso, ni pude dormir bien.

—¿Galletas?.—pregunto Gar, sonreí.

—Gracias.—saque una del empaque y la lleve a mi boca.

—siempre vienes a la cocina cuando no puedes dormir.

—barriga llena corazón contento.—le dedique una pequeña sonrisa.—¿Como vas con ella?.

—¿Eh?.

—ustedes están saliendo, ¿no?.—cree una figura de fuego de Rachel.

—Y.Yo...

—eres todo un pillo Gar, ahora te puedes vengar de Jason.—solte una gran carcajada.

—nadie pensaría que estas pasando por un mal momento si te escuchan reír así.—hice una mueca y desvíe la mirada.

—lo sé.—suspire.

—escuche que te ibas a ir.

—siempre te enteras de todo, Gar. Dame tu secreto.

—Solo... Escuche eso, ¿vas a hacerlo de nuevo?.

—Tranquilo, no, ahora haré las cosas bien, ya no huire como una cobarde, buscaré el problema y lo atacarme desde la raíz, no permitiré que las cosas sigan así, quiero protegerlos a todos, a ti, a Jason, a Dick, a Rachel, a Bruce, a Alfred, a Leah... Y a todos los que se ganaron una parte de mí.—Gar sonrió.

—si me necesitas... Solo llamame, ¿si?.—asentí.

Me contó algunas cosas, ambos reíamos un poco, hablamos de muchas cosas hasta que nos dio sueño.