Al ver ese vídeo y confirmar lo que yo había pensado hace ya algunos meses hace que mi estómago se revuelva, me quite con fuerza el collar y se lo entregue a Nick junto con su celular.
Alcanzo a llegar a tiempo al baño y devolver todo el contenido de mi estómago y creo que más, que por lo demás no era mucho.
Yo sabía que de alguna manera Alan no me quería y hasta pensé que me era infiel, pero ya había decidido terminar la relación, pero claro me acosté con Nick y me sentí culpable.
-Nat- Nick golpea la puerta del baño- ¿estás bien?
Después de vaciar el estómago, me había sentado en el suelo del baño y apoye mi espalda en la bañera.
-Nick vete y déjame sola por favor- hablé sin mucha convicción.
Necesitaba pensar, en menos de 24 horas había pasado de tener un novio arrepentido a un novio maltratador e infiel.
-No te voy a dejar sola- escucho nuevamente a Nick- abre la puerta Nat.
-Nick- mi voz salió rasposa- déjame sola por favor.
Mis lágrimas caían a raudales. No era la primera vez que un hombre me era infiel. Me levanté y me mire al espejo que estaba sobre el lavamanos. Me lave la boca y la cara. No me consideraba una belleza, pero era una mujer con buen cuerpo, mi tez era lisa y mi cabello era de un color natural. Todo en mí era natural. Pero de qué servía si los hombres no veían nada más que una mujer fácil de engañar
La puerta se abrió de golpe y me gire al ver a mi amigo. Él solo me miró y yo me lance a sus brazos descargando mi rabia e impotencia a través de las lágrimas.
Nick me alzó en sus brazos y me llevo a mi habitación. Me depositó suavemente en la cama, quitándome los zapatos y haciendo lo mismo él, para posteriormente acostarse a mi lado. Está vez me abrazó y me envolvió, de alguna manera eso me hizo llorar aún más.
-¿Tanto lo amabas?- preguntó Nick.
Yo negué con la cabeza, en realidad lloraba por mí.
-No lloro por él- levanté mi cabeza y lo mire- lloro por mí, en lo tonta que he sido en estar con hombres que solo me han utilizado y no me valoran.
-Nat- Nick me besa en la cabeza- eres tan maravillosa. Son ellos los que no te merecían.
No contesto a lo último, ¿Si soy tan maravillosa porque me son infieles?
En algún momento me quedé dormida, desperté confundida y desorientada. Lo último que recuerdo es que estaba en los brazos de Nick y ahora estoy sola. Miro a la ventana y ya es de noche.
Me levanto y voy al baño que está en mi habitación. Al mirarme en el espejo, veo mis ojos hinchados y mi cara un poco roja aún. El golpe que me había dado Alan ya estaba comenzando a tomar un color morado más intenso. Me lavé la cara y salí en busca de Nick.
Casi al llegar a la sala noto que está hablando, al parecer por teléfono ya que no escucho a nadie más.
-Sophie- escuchar el nombre de su ex me da escalofríos - eso es imposible. Ese hijo no puede ser mío.
Abro los ojos y siento un dolor en el pecho, siento una desilusión, aunque no tiene lógica. Me apoyo en la pared y sigo escuchando la conversación.
-No te creo- lo escucho aún más molesto- ese día te ví con mis propios ojos cómo disfrutabas con ese viejo, ¿porque voy a pensar que esa vez fue la única?
-¿Esperas que te crea sin más?- hace silencio- No creas que voy a caer en la trampa más antigua sin pruebas. Si es mío me haré responsable, pero no me casaré contigo.
Al escuchar que efectivamente que Nick aceptaba la posibilidad de ser el padre del hijo de Sophie, sentí que el alma me cayó a los pies.
Antes de que Nick terminara de hablar, volví a la habitación, no podía dejar de pensar en la posibilidad que mi mejor fuera a ser padre con esa mujer que lo habia engañado.
Di un suspiro, y tome mi laptop desde mi escritorio y me fui a la cama. Tenía que revisar las cuentas bancarias, tanto la personal como la de la pastelería. Efectivamente desde mi cuenta bancaria habían dos giros de cheques por diez mil dólares cada uno el día de hoy, al revisar la imagen del cheque, tenía una firma muy parecida a la mía, pero que obviamente no había firmado yo. Sentí la rabia y la impotencia correr por mis venas. Cómo era posible que hubiese sido tan ciega con Alán.
Llame al banco e informe que me habían robados dos cheques y que habían sido pagados por el banco sin mi confirmación, que había revisado y no era su firma. Le bloquearon las tarjetas bancarias y el talonario de cheques lo darían de baja del sistema, se iba a abrir una investigación y de ser comprobado que eran cheques robados el banco le haría la devolución y demandará al cobrador de estos mismos.
También llamé a mis padres y a mi hermano para contarles lo sucedido, fueron llamadas difíciles, pero necesarias, pues sabía que Nick les diría. Mi padre y mi hermano estaban furiosos y les hice prometer que no buscaran a Alan, no quería más problemas, pero mi hermano al ser abogado me dijo que desde ya comenzaría una demanda contra él por violencia y fraude.
Debo decir que doy gracias a la familia que tengo, mi hermano y mis padres siempre han sido mi gran apoyo.
Cuando ya había hecho todas las llamadas, incluyendo a Sandy, quien era mi mano derecha en la pastelería para informar que me tomaría unos días de descanso, decidí tomarme un baño relajante olvidando lo que había pasado en las últimas 24 horas.
Me sumergí en la bañera, tenía mis músculos adoloridos de los brazos y al verme las muñecas me volvió la pena y la indignación en pensar que Alan me hizo daño físicamente mientras que todos estos meses había estado con otra mujer, las lágrimas caían por mis mejillas sin parar, pero no eran por él, sino por mí. ¿Qué defecto tengo yo para que todos mis novios me hayan sido infieles? ¿Qué era lo que yo hacía o dejaba de hacer para que me trataran así?
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Mi mejor Opción©
RomanceSinopsis. Natalie Rodriguez y Nicholas Johnson han sido amigos por más de 15 años, y siempre habían compartido sus penas y alegrías. Pero después de una noche de desahogo, alcohol y sexo, su relación cambia radicalmente. Ya ninguno puede verse a los...