La familia cura la locura

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Punto de vista de Wendy.

Estábamos corriendo por la gruta que teníamos delante. Detrás de nosotros podría haber muchos monstruos por todo el ruido que hacíamos para escoger un camino, lo más seguro es que toda la cueva sepa que estábamos cerca, o eso creía.

Bliztsen me contó que con el eco confundiríamos a todos lo enemigos que habría cerca. Extrañanamente funcionó. Habíamos gritado por todas partes y según el enano que me acompañaba escuchaba decidía tomar uno u otro, era muy divertido.

Corrimos por todo el camino que había por delante hasta que al final sucedió lo que tenía que suceder. Delante de nosotros había un gigante cíclope que no miraba con cara de enfado, lo más seguro es que le hayamos perturbado su sueño con tanto grito. Nada más vernos con su único ojos hizo que de su boca saliera una esfera de energía de color negro que disparó en nuestra dirección con la intención de matarnos. Era obvio que no tendríamos un viaje tranquilo, por lo que me puse en guardia con mis guanteletes y mi espada en mano mientras que Bliztsen era mi lázaro.

Tras el rayo de energía que disparó desde un primer momento todo quedó a oscuras pero las paredes de la caverna pudieron soportar la explosión de poder ya que al estar cerca de un punto mágico importante estaba todo reforzado por el maná de la naturaleza. Estuve con la guardia en alto continuamente hasta que escuché la voz de Bliztsen que me indicaba que me echara hacia un lado. Obedientemente salté hacia la derecha evitando así una ráfaga de aire que lo más seguro es que fuese un golpe de mi enemigo.

- ¡Aprovecha el momento! - Dijo el enano. - ¡Tiene una postura baja ideal para golpear su pecho con esa espada tuya!

No le hice esperar. Corriendo me dirigí a la posición en el que había impactado el golpe e intenté golpear al gigante, pero no llegué a dar a nada, el muy bastardo se había apartado evitando así mi golpe. Volví a estar quieta esperando a lo que fuese. La voz de Bliztsen me dijo que esperara el momento, unos segundos después me dijo que colocara la espada delante de mi como si estuviese levantando a Simba en la película de "El rey león", a los poco segundos noté como un golpe y algo grande era golpeado por mi espada solo para que después oyese un grito de dolor proviniendo de mi rival. Esto era perfecto podía saber donde estaba en todo momento. Cerré mi puño y comencé a mandar energía eléctrica al guantelete que cubría mi brazo y cuando había acumulado cerca de quinientos voltios, lo suficiente como para dañar seriamente el cuerpo de un humano normal, le di un puñetazo en lo que vendría siendo el brazo, causando así quemaduras en esa extremidad haciendo que este cayese al suelo. Era mi momento, respiré hondo y después de un fuerte suspiro descargué sobre él una descarga eléctrica para paralizar su cuerpo.

- ¿Donde está la cabeza? - Pregunté a mi acompañante que me miraba como si hubiera hecho algo super genial. - ¡Bliztsen!

Él tardó unos segundos en reaccionar pero al final habló. - Está un poco más arriba de tu posición. - Dijo muy serio. - Da tres pasos a delante y con un salto llegarás.

Yo solo asentí e hice lo que me mandó. Con la carrerilla de tres pasos di un salto para luego balancear mi espada mi espada. Debí acertar ya que noté como un obstáculo se ponía en el camino de mi arma acabando así con la vida de uno de mis enemigos. Tras lo sucedido di un suspiro, era mi primera muerte, por lo que había oído de Gawain era la que más costaba y siempre me habían dicho que eran ellos o yo. Mi compañero debió verme un poco mal ya que vino a mi lado y me preguntó si estaba bien. 

- Si estoy bien. - Le dije un poco nerviosa por lo que había hecho. - Era mi primera vez por así decirlo.

- Yo opino que no debería ser bueno que alguien ta joven como tú cobrase una vida. - Dijo Bliztsen muy serio. - Y puedes sentirte orgullosa, es perfectamente normal que te sientas así, si no lo hicieras serías un monstruo.

El trono de los héroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora