Juego de tronos y rivales

95 9 0
                                    

Yo estaba alucinando. Mi influencer favorito estaba muerto, pero a la vez vivo y parecía ser un chico con un reino a sus pies. A su lado estaba su familia, su mujer y su hija las cuales nos miraban con curiosidad, sobre todo a mi.

La cosas pasaron muy rápido para mi, Beatris comenzó a hacer más preguntas como por qué deberíamos estar allí o cómo podríamos ser de utilidad, pero vamos a ser sinceros, no le presté atención en lo más mínimo, solo podía mirarlos sin parar como un stalker. El tiempo pasó y Arturo habló.

- Bueno, me alegra que no tengáis problemas en vivir aquí. - Dijo con una sonrisa. - Dentro de poco será Samaín y hacemos una gran fiesta, si queréis participar tenéis total libertad.

- Muchas gracias majestad. - Dijo Scáthach con una sonrisa. - Pero ahora me gustaría que William, que es un semidiós, se presente con los caballeros ya que puede que esté en uno de sus batallones.

Al rey Arturo le pareció bien, o eso parecía ya que asintió y nos despidió con la mano como en uno de sus vídeos. Yo me vi obligado a seguir a los dos celtas por los pasillos del castillo hasta que llegamos nuevamente a la calle. Hasta ahora no había caído en la cuenta, estaba en un lugar en el que la mitología celta era real y que los monstruos podían matarme.

Empecé a sentir miedo por lo que podría pasarme. Seguí a las personas que tenía delante mientras era animado por Beatris. Caminamos por las calles hasta que llegamos a una casa de estilo medieval inglesa de dos plantas, en definitiva, era mucho mejor que nuestra casa de Chicago.

En ese casa nos adjudicamos los cuartos y dejamos las pocas cosas que teníamos con nosotros, al poco rato salimos de nuestra nueva casa y fuimos a una zona donde había mucha vegetación. Este sitio no era apto para caballeros, pero me quedé un poco inquieto cuando vi a un tío disfrazado de Panoramix de "Axterix y Obelix" dejándome un poco confundido. El tío en sí, aparte de estar disfrazado, tenía el pelo de color rojo completamente despeinado, ojos morados y un báculo con algo que parecía una esmeralda muy brillante que reflejaba la luz del sol, su aspecto era un poco desaliñado pero de una forma que le quedaba bien.

- ¿Y qué hacéis vosotros aquí? - Dijo en un tono que decía que estaba cansado de lo que estaba haciendo. - Estaba muy tranquilo viendo las nubes.

- Tan vago como siempre Merlín. - Dijo Setanta con una sonrisa por la actitud vaga de la actitud del consejero del rey. - Bueno, queríamos presentarte a una chica que hemos encontrado con abundante poder mágico.

- ¿Y queréis que le asigne un tutor? - Dijo el mago interrogativo. - No, queréis que le enseño yo, por lo que puedo ver en vuestras caras. - Dijo con solo ver la cara de nuestros dos acompañantes. - Pero bueno, tendré que hacerle una prueba para saber su nivel de poder, pero bueno, dejadla aquí y la examinaré.

Por primera vez en un tiempo, me vi obligado a separarme de mi amiga por un tiempo. Nos dimos un abrazo y nos separamos hasta que lo que teníamos que hacer. Cuando Beatris dejó de estar en nuestro grupo fuimos de vuelta a la ciudad solo para ir a una zona donde había muchas personas con ropa deportiva con diferentes armas de entrenamiento hechas de madera.

Ellos ignoraron por completo las miradas de las personas que había en el lugar. Con el tiempo llegamos a un lugar como un gimnasio, pero era una especie de copia del castillo en el que había estado antes, solo que había un gran patio en el que las personas practicaban. Había muchas personas en el lugar, pero destacaba una chica de pelo castaño ondulado a media melena con ojos azules, era mucho más alta que yo, vestía con una camiseta de color azul y unos pantalones cortos de color negro. Lo más extraño era que tenía una espada un poco más alargada de las que había visto.

- Wendy, ¿podrías venir? - Preguntó la entrenadora de semidioses. Ante este llamado la chica que estaba viendo vino con una sonrisa al ver a la mujer.

El trono de los héroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora