Amanece en una nueva y larga jornada que le espera a Belu. No ve el momento de que en el grupo de WhatsApp confirmen el horario de entrenamiento para esta tarde.Buenos Aires es la ciudad del mundo con más estadios de fútbol del mundo. El folclore que esto genera en cada argentino es desmesurado. Como decía el personaje de Guillermo Francella a Ricardo Darín en "El Secreto de sus Ojos", el hombre puede cambiar de casa, de esposa, de trabajo, de auto pero hay una cosa que no puede cambiar: de pasión. Haciendo referencia a que el asesino buscado por ellos estaría en la cancha: su lugar en el mundo.
Algunos coinciden en que es una pasión, y otros dirán que el fútbol es el opio de los pueblos. Siempre – o casi siempre – una mancha distorsiona la realidad. O al menos, contribuye para que se dude de la naturalidad del juego y su transparencia.
No es nuevo: mafia, barras y violencia que no serán parte de este libro. Esta vez las visibilizadas y protagonistas son ellas.
Belén antes de ir a su trabajo cada día, pasa por el almacén del barrio (un maxikiosco) en busca de azufre. En esta ocasión siente malestar en la espalda y percibe que si eso no se calma será difícil entrenar por la tarde. Se compra una caja de los cilindros amarillos y va hacia la panadería. Deja el bolso en "el galponcito", un cuarto donde hay delantales y herramientas del local entre esas bolsas que parecen cemento, pero son de pan recién horneado y listo para comercializar.
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Ovarios y Pelotas: más que fútbol femenino
Non-FictionLa historia de Belu, no es una más. Aunque, se parece a la de miles de niñas y mujeres que quieren jugar a la pelota y las condiciones, no son las mejores. Belén sueña con jugar como lo hacen todos los - y las- que ella admira. Por la fuerza, la...