Desde que recuerdo amo leer y escribir. Pero sobre todo, comunicar. Algo que no es tarea fácil.Tengo veintidós años y en 2017 me recibí de periodista en ISEC. No soy periodista deportiva, pero, de alguna forma esa rama, ese rubro, me adoptó. Me declaro feminista, aunque muchos piensen que ser feminista es odiar a los hombres. Por más que suene repetitivo y básico, ser feminista es comprometerse y luchar por los derechos que a las mujeres nos corresponden. Buscar todavía aquella igualdad que en muchos sectores faltan. Cerrar cada vez más brechas y abrir oportunidades. Escuchar a las mujeres que sufren la violencia machista y acompañarlas.
Cursé tres años y descubrí un mundo hermoso y a la vez mezquino. La generosidad está en pocos y además, la originalidad/creatividad es virtud muy escasa entre quienes son parte de ese ámbito de la comunicación, en donde parece que, si no contás con dicha virtud, estás afuera. No busco ser distinta. Busco dejar alguna marca.
La materia que más amé fue Radio. Comunicar es un arte, pero solo una minoría de "artistas de ella" son capaces de poder hacerlo de una manera eficaz, responsable y pensando en un "otro".
Mi historia en el periodismo- Radio y algo más.
El inicio de todo, fue al mismo tiempo de comenzar la carrera. En la radio de al lado de la iglesia Ntra Sra de Aránzazu, es decir, FM La Barca 89.3. Ahí hacíamos "Tizas en el aire" en 2015 junto a los alumnos de la Escuela de Villa Jardín, (la profe Miriam e invité a una compañera de la facultad, que se convertiría en mi amiga, Dalila.)
Era un programa de carácter comunitario, y donde semanalmente leíamos algún cuento al aire.
Después pasé por otras radios zonales: FM 91.3 Simphony, FM Unyka 94.5, FM Occidente 97.1, FM Delta 91.9, FM 88.9 Ambiente Radio. A veces conduciendo, y otras, en el rol de columnista. Y en radios online: RBD Radio, La Folk.com, Nexo radial, Radio Onda, y Radio de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), para esta última cubrí la cumbre del G20 en 2018. Una anécdota de aquel día fue que me quedó grabado y me enseñó, que muchas veces nos contradecimos con las pruebas visibles delante de nuestros ojos. En el Centro Internacional de Medios de Costa Salguero - IMC, sus siglas en inglés - había para la prensa heladeras con todo tipo de gaseosas. Uno de los regalos que les daban a los periodistas era una botella de plástico recargable. Fue entonces cuando en la mesa de entrada del hotel va una de las periodistas europeas (no recuerdo de donde) y se queja porque no podía usar su regalo (la botella), tienen una cultura ambientalista que la respetan y eso me pareció maravilloso.
Para mí fue una experiencia trascendental, al poder relacionarme con colegas de todas partes del mundo (pero que hablen español). Mi sueño además de seguir escribiendo, es ser periodista de investigación. Ojalá pueda cumplirlo.
Actualmente, colaboro para el portal español Málaga Reporter, málagareporter.com y de vez en cuando sigo cubriendo a Tigre. Mi idea es insertarme más en el fútbol femenino del club y espero que también, pueda lograrlo.
Llegué al Club Atlético Tigre mediante una cadena de contactos. La primera protagonista fue la docente que tuve en comunicación, Miriam Bertolini, en la Escuela Secundaria 15 de Villa Jardín, de donde soy. Ella a su vez conocía a Fabián, un preceptor de la misma escuela y con él y Leonardo comencé a transmitir los partidos de Tigre en Victoria en agosto de 2017. El primer partido fue entre Tigre y Vélez en el Coliseo. Era para La Folk Argentina y Nexo radial, en el programa "Tigre, la Leyenda", solo que llovía torrencialmente aquel día. Recuerdo que si bien vivo en Victoria, estoy a trasmano de ciertos lugares. Por lo que tuve que tomarme dos colectivos para llegar (710 y 203), y caminar algunas cuadras. En la facultad materias de deportes no tuvimos, para eso está la carrera de Periodismo Deportivo, claro. Sin embargo, me encontré en un lugar haciendo lo más fácil: campo de juego desde la cabina. Empecé a interiorizarme más en el club, en su historia y en los jugadores. Al poco tiempo y en ese mismo año entrevisté a Lucas Janson para la versión papel del Diario Tigremanía, de tirada mensual y gratuita. Allí empezó el camino en la cancha. Cómo sabía que muchas veces no iba a poder viajar a los partidos visitantes había decidido comprometerme a ir sólo de local. Es decir, cuando Tigre jugará en Victoria. Vi pasar tres técnicos diferentes desde el 2017 a la fecha: Cristian Ledesma, Mariano Echeverría y finalmente, Néstor "Pipo" Gorosito. Fue un espacio en el cual aprendí mucho y rescato la buena onda entre los periodistas partidarios de diferentes medios tigrenses. Pero, algo que me molestó fue que me tengan "por las dudas", para dichos partidos. No sé si por mi capacidad o porque alguno que otro sigue creyendo que es mejor que las mujeres nos quedemos calladas.
La escuela donde fui, queda enfrente de mi casa. Me gustaba llegar sobre la hora. Recuerdo que mi mamá cuando iba a la primaria (de 8 a 16) iba a buscarme ¡Eso que estábamos ahí nomás! Pensaba yo. En fin esa es otra linda historia.
Los docentes dejan huella, y en este caso Miriam es una mujer generosa y exigente. Ella desea que todos los alumnos puedan conocer el maravilloso mundo de la radio. Y hoy la realidad es otra. A los pibes les gusta otra cosa. Otro camino que encontré y que tiene que ver con dejar "marca" sin duda es la docencia. Aunque estoy transitando los primeros pasos.
No puedo dejar de lado lo que pasó en Marcando la Cancha, un programa de radio online (Radio Onda) – lugar del que fui partícipe en un corto período - y descubrí que había algo más que contar sobre el Fútbol Femenino. Que no era solamente que a las jugadoras de la Selección les pagaban una miseria por ir a entrenar. Sino que, la miseria era todo el sistema. Empecé a sumergirme más en una temática poco hablada en los grandes medios en aquel entonces (el año pasado). Se desconocían muchos detalles y muchas historias. Como la de la indumentaria. La ropa deportiva que generó polémica que Potassa, Oliveros, Larroquete y compañía no la luzcan en sus cuerpos, pero que sí lo haga una modelo, con los estereotipos de pasarela. Por otro lado, en lo personal me encontraba con que mi hermana miraba todos los partidos de la Champions League, es fanática del Real Madrid y cada vez que había partido, los miraba. El fútbol siempre estuvo en casa – como sucede en gran parte de la sociedad argentina -
Entendí que como mujer debía comprometerme con la causa. Al no tener otros recursos fui a lo básico: la escritura. Para poder plasmar mi visión acerca de toda la vorágine que ésta problemática generó positivamente. Sin saber en su momento que iba a ser un Fútbol Profesional. Creyendo que quizá la historia quedaría anclada en la historia, sin avances. Pero hubo más que eso. Hubo decisiones. De mi parte la decisión de escribir sobre ellas, para ellas y para las que vienen. Del otro lado, la decisión de "romper" y de seguir rompiendo. No sólo las pelotas, sino también, los ovarios.
Deporte y feminismo
Ser mujer y que te guste el fútbol, probablemente se vincule a la idea de jugarlo. No en mi caso. Me gusta mirarlo, analizarlo y contextualizar hechos relacionados o bien, buscar esas relaciones entre la pelota y el mundo.
Recientemente me preguntaron cómo será la previa a salir en un partido para las mujeres ¿Se atan el pelo? ¿Se maquillan? ¿Qué ropa usan? Mi respuesta fue breve y concisa: la ropa es la misma que la de los hombres. Pero, la diferencia varía en los talles. Hoy en un principio, eso está cambiando.
El rol de ellas, aparte de jugadoras es de madres. Hace dos meses aproximadamente, un medio formoseño tituló una nota "Mamá y arquera", en relación a Vanina Correa, arquera de nuestra selección ¿Por qué esas etiquetas están relacionadas siempre con nosotras? ¿Puede tomarse como un ejemplo de superación? ¿O encasillarnos con aquellos roles preestablecidos en la sociedad? ¿Por qué no "Papá y jugador", "Papá y entrenador", "Árbitro y papá"?
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Ovarios y Pelotas: más que fútbol femenino
No FicciónLa historia de Belu, no es una más. Aunque, se parece a la de miles de niñas y mujeres que quieren jugar a la pelota y las condiciones, no son las mejores. Belén sueña con jugar como lo hacen todos los - y las- que ella admira. Por la fuerza, la...